Este artículo se publicó hace 17 años.
Olvido García Valdés dice que echa de menos las clases en el instituto 'El Greco'
La escritora Olvido García Valdés, galardonada ayer con el Premio Nacional de Poesía, echa de menos sus clases de Literatura en el instituto de enseñanza 'El Greco' de Toledo, donde ha impartido la docencia durante diez años, hasta septiembre de 2006.
El premio por su poemario 'Y todos estábamos vivos' ha sido recibido con entusiasmo en el centro educativo toledano donde ha dado clases como catedrática de Lengua y Literatura hasta que hace un año fue nombrada directora del Instituto Cervantes de Toulouse.
En una entrevista telefónica a EFE desde la ciudad francesa, esta asturiana nacida en 1950 en Santianes de Pravia rememora, todavía emocionada, estos últimos años en Toledo, especialmente el contacto y la relación con sus alumnos, a quienes conseguía imbuir su pasión por la poesía.
"Los adolescentes son muy receptivos, tienen muy abiertos los ojos ante cualquier novedad y la poesía es un lugar que habla de verdad", argumenta la escritora, que inició su andadura en Toledo con una experiencia amarga por una grave enfermedad que pasó y que influyó en su libro 'Del ojo al hueso'.
Su vocación por la docencia la recuerdan también sus compañeros del 'Greco' y, en especial, su amiga Elisa Romero, también catedrática de Lengua y Literatura en el instituto toledano, donde se han pegado recortes de prensa sobre la profesora premiada en el tablón de anuncios.
Elisa Romero, que quiere que el centro rinda un homenaje a la poetisa, dijo a EFE que la mayor aportación de Olvido en su etapa docente ha sido "su buen castellano, el trato con los alumnos y su expresión tranquila y paciente que hacía llegar el poder de la palabra".
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