Tras meses de difíciles negociaciones, las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU dijeron que someterán a votación el miércoles una resolución para imponer una cuarta ronda de sanciones a Irán por su programa nuclear.

El embajador de México en Naciones Unidas, Claude Heller, actual presidente del Consejo de Seguridad formado por 15 naciones, dijo el martes a periodistas que la entidad se reuniría para la votación a las 10.00 hora del este (1400 GMT) del miércoles, tras lograr un acuerdo sobre las entidades iraníes que serán mencionadas en el texto.

De aprobarse la resolución, impondría "las sanciones más significativas que Irán ha afrontado jamás", dijo la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, en una conferencia de prensa en la capital de Ecuador, Quito.

El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, espera que la aprobación de la resolución aliente a países a tomar duras medidas unilaterales contra Teherán por negarse a detener sus labores enriquecimiento de uranio.

Irán advirtió a su cercano aliado comercial Rusia sobre unirse a las naciones occidentales y apoyar nuevas medidas punitivas contra la república islámica.

Diplomáticos occidentales esperan que 12 de los miembros del consejo, contando a los que poseen derecho a veto, voten a favor de la resolución. Turquía, Brasil y Líbano no apoyarían la medida.

La resolución, obtenida por Reuters, enumera a un individuo y 40 entidades, entre ellas un banco, que serán incluidos en la lista negra. Nombra a Javad Rahiqi, jefe de un centro nuclear en Isfahan, donde Irán posee una planta de procesamiento de uranio.

Diplomáticos dijeron que China exigió que una entidad, Export Development Bank of Iran, sea eliminada de la lista.

Rahiqi y las compañías agregadas a una existente lista negra de la ONU de supuestas entidades ligadas a los programas de misiles o nuclear de Irán afrontarán la congelación de activos internacionales. Rahiqi tendrá además una prohibición de realizar viajes internacionales.

El borrador de la resolución fue el producto de meses de diálogo entre Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia.

Las cuatro potencias de Occidente querían medidas más severas -algunas apuntando al sector energético de Irán- mientras que Pekín y Moscú trabajaron duro para diluir las acciones propuestas.

"REACCIÓN APROPIADA" DE IRÁN

La resolución exhorta a aplicar medidas en contra de nuevos bancos iraníes en el extranjero si se cree que están conectados a programas nucleares o de misiles de Irán, así como también a la vigilancia de transacciones con cualquier banco iraní, incluyendo el banco central.

También expandiría el embargo de armas de Naciones Unidas sobre Teherán y pondría en la lista negra a tres entidades controladas por Shipping Lines de la república islámica y a 15 pertenecientes a la Guardia Revolucionaria.

La resolución también establecerá un régimen de inspección de cargamento similar a uno impuesto a Corea del Norte.

La embajadora estadounidense Susan Rice dijo a periodistas en Nueva York que Washington seguía abierto al diálogo con Irán, como parte de la estrategia dual del consejo de compromiso y presión.

"Nuestro objetivo sigue siendo persuadir a Irán para que detenga su programa nuclear y negociar constructivamente", declaró.

Pero el embajador de Irán en el organismo de supervisión nuclear de la ONU advirtió de una "reacción apropiada" contra las potencias mundiales si imponían nuevas sanciones.