Este artículo se publicó hace 17 años.
La oposición georgiana gana adeptos para desbancar a Saakashvili
La oposición georgiana sumó hoy nuevos adeptos para desbancar al presidente, Mijaíl Saakashvili, al tiempo que congregó por segunda jornada consecutiva a miles de personas en el centro de Tiflis.
"Las acciones de la oposición son un maratón y si las autoridades no hacen concesiones, la oposición llamará a la sociedad a la desobediencia civil", advirtió Gueorgui Tortladze, uno de los líderes del movimiento opositor por "Una Georgia Unida".
Las protestas pacíficas bajo el lema "Georgia sin presidente" continuaron durante la noche frente al Parlamento, lugar donde acamparon varios centenares de opositores y al que también se dirigen 30 autobuses con funcionarios y partidarios del Gobierno.
"Las concentraciones proseguirán hoy y si es necesario en los próximos días hasta que las demandas del pueblo sean atendidas", aseguró hoy Konstantín Gamsajurdia, líder del movimiento "Libertad" e hijo del difunto presidente de Georgia.
Gamsajurdia auguró que "el pueblo sacará de quicio a las autoridades y al presidente, y les forzará a satisfacer sus demandas".
Según diversas fuentes, unos jóvenes intentaron asaltar el edificio del Parlamento durante la noche, aunque la oposición mantiene que fue un "acto de provocación" de las autoridades.
"No dejaremos que los manifestantes asalten el Parlamento. No debemos permitirlo para que después no nos acusen de recurrir a la violencia", dijo Levan Berdzenishvili, el líder del Partido Republicano, citado por el canal de televisión "Imedi".
La oposición congregó el viernes en torno a 100.000 personas, la mayor manifestación en Tiflis desde la "Revolución de las Rosas", que en 2003 provocó la renuncia del entonces presidente georgiano, Eduard Shevardnadze, y catapultó a Saakashvili al poder.
La oposición mantiene sus exigencias -elecciones parlamentarias en abril, reforma de la ley electoral y liberación de presos políticos-, aunque aumentan las voces que demandan la abolición del cargo de presidente y la renuncia de Saakashvili.
Por el momento, Saakashvili, el principal aliado de Estados Unidos en el Cáucaso, mantiene un riguroso silencio, lo que ha alimentado los rumores sobre la posibilidad de que el presidente esté a punto de renunciar al poder y abandonar el país.
Según informó hoy el diario georgiano "Alia", el avión personal de Saakashvili se encuentra en el aeropuerto de Batumi, a 400 kilómetros de la capital, preparado para trasladar en cualquier momento al presidente al extranjero.
La esposa de Saakashvili, la holandesa Sandra Rulovs, y los dos hijos del matrimonio también habrían abandonado Tiflis hace unos días, de acuerdo con esa fuente.
No obstante, un portavoz de la administración presidencial aseguró hoy que esas informaciones eran "infundadas", ya que el presidente "se encuentra en Tiflis ejerciendo sus funciones".
Mientras, la oposición gana adeptos como el ex ministro de Defensa georgiano, Irakli Okruashvili, actualmente en el exilio, que expresó hoy su respaldo a la oposición y sus planes de regresar a Tiflis para tomar parte en las protestas.
Precisamente, la detención de Okruashvili a finales de septiembre fue el detonante de las protestas contra Saakashvili, al que el ministro acusó de ordenarle el asesinato de rivales políticos.
El hombre más rico del país y antiguo aliado del actual presidente, Badri Patarkatsishvili, participó anoche en las manifestaciones y adelantó que financiará a la oposición democrática.
"Hoy en día, Georgia necesita todo menos caudillos", aseguró.
En la misma línea, el ex ministro de Estado para Arreglo de Conflictos, Gueorgui Jiandrava, declaró a Efe que "la oposición no quiere una revolución" sino una "evolución" democrática.
La antigua jefa de la diplomacia georgiana y actual opositora, Salomé Zurabishvili, tambien aseguró que sólo la convocatoria de elecciones parlamentarias "abrirá el camino a la democracia".
Por su parte, Shevardnadze ha exhortado a Saakashvili a satisfacer las peticiones de la oposición para "aplacar los ánimos", ya que, advirtió, en caso de "derramamiento de sangre" podría producirse una "guerra civil".
La presidenta del Parlamento georgiano, Ninó Burdzhanadze, se entrevistó anoche con los líderes de la oposición, rechazó los "ultimátum", pidió a los manifestantes que "se dispersen" y prometió que transmitiría las demandas de la oposición al presidente.
En cuanto al adelanto de las elecciones parlamentarias, Burdzhanadze aseguró que éstas "se celebrarán democráticamente a finales de 2008".
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