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La oposición italiana denuncia la "censura" en televisión

Reuters

Periodistas italianos y políticos de oposición acusaron el martes de censura a la emisora estatal RAI, después de que anunciara la suspensión de los programas de discusión política unas semanas antes de unas elecciones regionales claves.

La junta directiva de la RAI, dominado por partidarios del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aprobó el lunes la suspensión de estos programas antes de los comicios del 28 y 29 de marzo, para evitar posibles sanciones de una comisión parlamentaria.

Berlusconi ha atacado a la RAI en el pasado por criticar al Gobierno, pero sus opositores señalan que su influencia política sobre la cadena y el hecho de que su familia es propietaria de su mayor rival comercial le dan un control inaceptable sobre los medios.

A la RAI se le exige por ley garantizar un tiempo equitativo en antena para los políticos de todos las partes en contienda y puede enfrentarse a sanciones si se decide que se saltó las reglas.

Para evitar el problema, la emisora reemplazará temporalmente algunos de los programas de conversación, producto básico de la dieta política y mediática italiana, con una serie de debates moderados entre los candidatos.

"Esto pone un silenciador sin precedentes a la libertad de prensa", dijo Giovanni Floris, presentador del programa semanal de conversación política Ballaro. "Haremos todo lo que podamos para acabar con esto y salir en antena", añadió.

La sensación de malestar entre los medios estatales y el Gobierno aumentó durante el año pasado entre los escándalos sexuales y acusaciones de corrupción que han rodeado al primer ministro.

Berlusconi, que niega haber cometido cualquier delito, dijo el año pasado que era "inaceptable" que la RAI, que recibe fondos estatales y posee tres canales de televisión nacional, fuera la única emisora que criticara constantemente a su Gobierno.

El grupo Mediaset de Berlusconi posee tres de los otros cuatro canales nacionales de televisión.

Sus críticos indican que su control sobre la RAI, cuyos directores son nombrados mediante un comité parlamentario dominado por la coalición de Berlusconi, le da demasiado poder sobre la prensa italiana.

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