Este artículo se publicó hace 15 años.
La oposición triunfa en Japón y afronta un duro reto
El próximo líder de Japón, Yukio Hatoyama, comenzó el lunes a negociar la formación de un nuevo Gobierno, mientras los inversores temen que su partido gaste demasiado dinero en su intento de impulsar la economía o altere las relaciones de Tokio con su principal aliado, Washington.
La histórica victoria del domingo del Partido Democrático de Japón (PDJ) acaba con un largo estancamiento parlamentario y anuncia la llegada de un Gobierno que se ha comprometido a poner recursos en manos de los consumidores, recortar los gastos innecesarios y quitarle poder a los burócratas.
Los votantes dieron al PDJ un amplio mandato para realizar cambios.
"La situación en Japón no me permite saborear mi felicidad. Muchos japoneses han sufrido por la política y por lo tanto quisieron que al PDJ le vaya bien y quisieron un cambio en el Gobierno", dijo a periodistas. "No tengo tiempo para estar diciendo 'lo hicimos, lo hicimos'", apuntó.
Hatoyama deberá armar un equipo de transición para organizar el cambio de gobierno, pero ha dicho que no anunciará su gabinete hasta que sea nombrado oficialmente primer ministro en una sesión especial del Parlamento, probablemente en unas dos semanas.
Muchos votantes y analistas han dicho que la victoria del PDJ fue impulsada más por la frustración hacia el Partido Liberal Democrático (PLD) -que sufrió su peor derrota electoral desde que fue fundado, en 1955- que por un amplio apoyo al partido opositor, formado hace una década.
"No es que los demócratas sean buenos. Voté por ellos como un castigo para el PLD. El PLD debe cambiar", dijo Etsuji Inuzuka, de 47 años, quien trabaja en el sector de la mueblería.
PREOCUPACIÓN POR LOS GASTOS
Los inversores recibieron con beneplácito el final de un estancamiento parlamentario que había bloqueado la toma de decisiones mientras Japón luchaba con su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero muchos temen que el partido no logre mantener la disciplina fiscal tras prometer medidas como entregas de dinero a las familias con niños jóvenes o la abolición de peajes en autopistas, según mostró un sondeo de Reuters.
Previsiones de los medios daban al PDJ 308 escaños de la Cámara baja, casi triplicando su número actual de diputados en el organismo de 480 escaños.
El PLD sólo ganó 119 asientos, desde los 300 que tiene actualmente.
Los demócratas, que enfrentarán una elección en la Cámara alta en menos de un año, deberán moverse rápido para mantener el apoyo de votantes preocupados por cifras de desempleo récord y una sociedad que está envejeciendo rápidamente, lo que aumenta el coste de la seguridad social.
La agencia Standard & Poor's dijo que algunas de las políticas propuestas podrían conducir a mayores déficits fiscales.
¿TENSIÓN CON ESTADOS UNIDOS?
Hatoyama ha propuesto revisar la Constitución pacifista de Japón para reconocer el derecho de la nación a defenderse y dijo que la política exterior de Tokio era demasiado servil con Washington.
Las contribuciones de Tokio a las operaciones del Ejército estadounidense en el exterior, al igual que el estatus de las bases estadounidenses en Japón, podrían causar fricción en un Gobierno demócrata, pese a que el partido ha enfatizado la continuidad en las relaciones con Washington.
La victoria de los demócratas pone fin al "triángulo de hierro", una asociación del PLD con las grandes empresas y los burócratas que convirtió a Japón en una potencia económica desde las cenizas de la derrota del país en la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, la estrategia se hundió al romperse la "burbuja" económica a finales de la década de 1980. Desde entonces, el crecimiento no ha logrado recuperarse completamente.
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