Este artículo se publicó hace 16 años.
Los opositores convierten la jornada electoral en una fiesta en Rawalpindi
Ruidosas caravanas de la oposición agitando banderas convirtieron hoy en una fiesta el centro de Rawalpindi, la ciudad donde falleció Benazir Bhutto, cuyos habitantes se mostraban seguros de que con su voto de hoy pondrán fin al régimen de Pervez Musharraf.
"La bicicleta está pinchada", dice a EFE un votante, bromeando con el icono electoral con el que se identifica la Liga Musulmana de Pakistán-Q (PML-Q), difícil de encontrar en las calles bulliciosas de la localidad vecina de Islamabad en la que votó hoy Musharraf.
"Están acabados", repiten simpatizantes del Partido Popular (PPP) de Bhutto y de la Liga Musulmana-N (PML-Q) que lidera el ex primer ministro Nawaz Sharif, cuyos convoyes se cruzaban hoy por Rawalpindi gritando lemas y compartiendo alegría.
La música festiva contrasta con los rostros tristes de los militantes que se recogen unos segundos ante una foto gigante de Bhutto, adornada con flores, a las puertas del parque Liaquat donde la líder del PPP dio su último mitin electoral, el 27 de diciembre de 2007.
Al lado, sendos puestecillos venden fotos de Bhutto, CD con los gritos afónicos de su último discurso, banderitas, pegatinas, chapas y todo tipo de parafernalia con el rostro de la líder, los colores rojo, verde y negro del partido y la flecha que lo identifica en la papeleta electoral.
Tenderetes con los símbolos opositores -la flecha del PPP y el tigre de la PML-N- y las fotos de sus líderes nacionales y de los candidatos en cada circunscripción proliferaban por la ciudad, atrayendo a los electores e instruyéndoles para votar.
En uno de ellos, flanqueado por un enorme tigre a la entrada e inundado por una música pegadiza, un grupo de militantes de la PML-N recibe a los simpatizantes, les ayuda a encontrar su nombre en el censo y les escribe en una papeleta con el rostro y símbolo de su candidato los datos personales y del colegio donde han de votar.
Esta sede electoral dispone de ordenadores portátiles con acceso al censo en la red, pero la mayoría son más improvisadas, con fardos de listas en papel idénticas a las que manejan los interventores y el personal en los colegios electorales.
En todos ellos, los militantes del PPP y de la Liga de Nawaz aseguran que son muchos los votantes que no encuentran su nombre en las listas, pero los presidentes de los colegios visitados por EFE dan otra versión y mantienen que nadie se ha quedado sin votar.
Un observador en estas elecciones aseguró a EFE que entre 15 y 20 millones de personas no están en el censo, actualizado en 2007 y en el que están registrados 81 millones de personas.
Para votar, el elector tiene que mostrar su documento de identidad y ser hallado en la lista antes de recibir las dos papeletas -una para la Asamblea Nacional y otra para la provincial- en las que marca su voto sellando el icono del partido.
Para evitar duplicidad de votos, el elector se lleva una marca en un pulgar, pero un partidario de la oposición se queja de que "sale con limón", y enseña a EFE su dedo casi sin marca para demostrarlo.
En las calles de esta ciudad se percibía hoy una gran efervescencia política, aunque la fiesta electoral era de los hombres, mientras sólo se veían mujeres a las puertas de los colegios donde votaron por separado.
En uno de ellos, una anciana es rechazada tras ofrecer un carné fotocopiado y plastificado, pero las interventoras aseguran que, de haber encontrado su nombre en el censo, la habrían dejado votar, aunque la versión es distinta en otros colegios.
En todos hay interventores de los tres grandes partidos, muy evidentes los de la oposición con sus chapas o pegatinas en el pecho, más discretos y circunspectos los de la PML-Q.
"Es que nosotros vamos a celebrarlo después, cuando acabe el recuento", ironiza un militante del partido de Musharraf.
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