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Optimismo, cautela y escepticismo ante el anuncio de 52 liberaciones en Cuba

EFE

Con optimismo, pero también cautela y, en algunos casos, escepticismo fue recibido hoy el anuncio de que el Gobierno de Cuba liberará a 52 presos políticos, cinco de ellos en las próximas horas y el resto en tres o cuatro meses.

La Iglesia católica informó este miércoles que el Gobierno de Raúl Castro pondrá en libertad a los 52 presos políticos que siguen en la cárcel del llamado "Grupo de los 75", condenado en la "Primavera Negra" de 2003, lo que constituye el mayor número de excarcelaciones concedidas en más de una década.

Tras conocerse la noticia, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó en La Habana, donde se encuentra de visita, que ya no existe "ninguna razón" para que la Unión Europea mantenga su política de "posición común" hacia la isla.

"Es lo que mis colegas me pidieron, que si conseguíamos zanjar la cuestión de los presos pues lógicamente se levantaría la posición común", dijo Moratinos.

Vigente desde 1996, la llamada "posición común" condiciona las relaciones de la UE con Cuba a avances democráticos y en materia de derechos humanos. La propuesta de España al bloque es normalizar las relaciones y poner fin a esa política.

En tanto, el anuncio de las liberaciones fue calificado como una "gran noticia" por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien consideró, sin embargo, "prematuro" augurar cambios de la comunidad internacional hacia el Gobierno de La Habana.

Insulza señaló como positivo el diálogo entre la Iglesia y la administración de Raúl Castro, que abrió el paso a este anuncio, al tiempo que valoró que Moratinos haya ido a Cuba a apoyar y acompañar las conversaciones.

Precisamente, el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, aseveró que las personas que van a recibir el beneficio de la liberación "todavía no han sido comunicadas", y agregó que la lista no se dará a conocer hasta que las autoridades católicas avisen a los presos y a sus familias, lo cual comenzarán a hacerse "tan pronto" puedan.

Estados Unidos, por su parte, reaccionó con cautela al asegurar que la noticia sería un paso "positivo", aunque aún trata de confirmar los detalles de la decisión, considerada el gesto más importante del régimen cubano desde que se concretó en mayo pasado la mediación de la Iglesia católica en favor de los presos políticos.

"Veríamos la liberación de presos como un desarrollo positivo, pero estamos buscando más detalles para confirmar el anuncio", afirmó a Efe Virginia Staab, portavoz del Departamento de Estado.

Esta cautela fue compartida por la disidencia en Cuba, que reaccionó en medio de la alegría, pero también del escepticismo.

"Estoy muy emocionada, llevaba varios días esperando el anuncio de las excarcelaciones", dijo a Efe Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, grupo de mujeres familiares de los opositores condenados.

Sin embargo, señaló que la "experiencia con el Gobierno", que los "ha engañado", los "hace escépticos ante estas declaraciones".

En esto coincidió el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, quien indicó que la noticia es buena, pero "no satisface completamente" las expectativas de los movimientos de derechos humanos.

Mientras el disidente Oswaldo Payá, gestor del Movimiento Cristiano Liberación y Premio Sájarov del Parlamento Europeo 2002, declaró que el Gobierno "debe completar" este paso liberando a todos los presos políticos, "cesando la represión contra los que luchan por los derechos humanos y abriendo de una vez el tiempo de cambios" que "Cuba quiere".

El disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace más de cuatro meses para pedir la libertad de los presos políticos enfermos, estaría dispuesto a comenzar a beber agua una vez que sean liberados los primeros cinco reos del grupo de 52, según Ismeli Iglesias, el médico que sigue su caso.

En ese sentido, el Gobierno chileno, que ya había manifestado su preocupación por los presos políticos en Cuba, aseguró que "confía en que este proceso se concrete como se ha señalado y que, a su vez, permita poner término a la huelga de hambre de Fariñas, que ha puesto en riesgo su vida por esta causa humanitaria".

En tanto, varios grupos del exilio cubano en Miami calificaron hoy de positiva la noticia de las excarcelaciones al destacar que se trata de una victoria de la oposición democrática interna.

Francisco "Pepe" Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), aseguró que la decisión es el resultado de la "firmeza" de Fariñas, la presión de las Damas de Blanco y el "sacrificio" de Orlando Zapata Tamayo, quien falleció tras una larga huelga de hambre para pedir trato como preso de conciencia.

En cualquier caso, el régimen cubano "ha tenido que ceder, y no creo que de forma voluntaria", precisó Hernández.

También el grupo Directorio Democrático Cubano reaccionó entre la esperanza y la desconfianza. "Debemos ser precavidos", señaló Janisset Rivero, directiva de la organización.

Mientras Ninoska Pérez, presidenta del Consejo por la Libertad de Cuba, dijo que la liberación gradual de presos políticos es "una vergüenza", que sólo sirve para "alargarles el sufrimiento y manipular a sus familiares".

A su juicio, "la liberación de presos políticos no significa nada" porque en la isla "los cubanos siguen sin libertades individuales y se continúan violando los derechos humanos".

Pérez criticó, además, a la Iglesia católica cubana y al Gobierno español por situarse "del lado de los verdugos" para "lavar el rostro a la dictadura más antigua del mundo".

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