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Ordóñez obligó a la banca a repetir las cuentas del riesgo en el ladrillo

Las cifras que publicaron bancos y cajas no coincidían con las que tenía el Banco de España. Las nuevas cuentas las hizo el auditor de cada entidad. El supervisor anuncia hoy las necesidades de capital del sector

VIRGINIA ZAFRA

El Banco de España obligó a bancos y cajas a publicar con detalle su exposición al ladrillo para convencer al mundo de que no hay nada escondido y los problemas son absolutamente asumibles. Frente a tal intento de transparencia, buena parte de las entidades respondieron con verdades a medias. Quien más quien menos maquilló la suma para no salir demasiado mal en la foto. De lo que parece que no se dieron cuenta es de que el Banco de España conoce a la perfección sus tripas y sabía de antemano cuál era la suma que tenía que presentar cada entidad.

Ante la discrepancia de los datos y para hacer el cálculo definitivo de la solvencia real de cada una de ellas, que hoy hará público, les obligó a repetir las cuentas de la exposición al ladrillo. En este segundo intento tuvo que hacerlas el propio auditor de la entidad y dar fe de su veracidad, aseguran a Público fuentes del sector. El pasado viernes era el último día para entregar las cifras auditadas.

Diez entidades no cumplen en este momento la solvencia exigida

El truco que utilizaron las entidades fue no incluir como crédito promotor muchos préstamos que sí lo eran. Su argumento fue que el Banco de España les había permitido no añadir la financiación que habían concedido a constructoras pero que no tenía finalidad promotora. Por esa vía evitaron apuntar muchos préstamos, incluso algunos entregados a inmobiliarias para la construcción de viviendas y que decidieron no incluir con la excusa de que en poco tiempo (cuando se subrogaran) iban a convertirse en hipotecas para hogares. Alguna entidad, incluso, decidió no contabilizar como riesgo en el ladrillo la filial inmobiliaria en la que tiene acumulados los pisos que ha embargado con el argumento de que es una empresa diferente.

Fuentes del sector aseguran que en el Banco de España, con el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente, sentó muy mal que el sector intentara maquillar sus problemas con el ladrillo, sobre todo porque el ejercicio pretendía convencer a los incrédulos de que en la banca española no hay ni trampa ni cartón, y con esta actitud se les daba armas para lo contrario.

Las cajas publicaron una exposición problemática cercana a los 83.500 millones y luego el Banco de España explicó públicamente que eran 100.000 millones, aunque no detalló por qué esa diferencia de cifras.

La suma que hoy publica el Banco de España será inferior a 20.000 millones

Con los números exactos del ladrillo en la mano, las cifras de solvencia de las entidades serán algo inferiores en la mayoría de los casos a lo que habían anunciado hasta ahora. El Banco de España concretará hoy al cierre de la Bolsa (a partir de las 17.30 horas) los datos de necesidades de capital de cada una de las entidades españolas. Con las nuevas exigencias de solvencia, el Banco de España calculó que ascenderían a un máximo de 20.000 millones de euros. La suma final será inferior, aunque no en exceso porque una cifra demasiado reducida no convencería a los inversores internacionales de que en España se está haciendo la reestructuración que hace falta. Por tanto, los expertos calculan que puede rondar los 15.000 millones, aunque dependerá mucho de si se incluyen las necesidades de La Caixa o Bankinter, por ejemplo, que ya han anunciado su plan para adaptarse a las nuevas circunstancias y sólo les falta ejecutarlo.

Al margen de estos dos casos, de partida no llegan al mínimo Bankia, CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia, BMN, Banco Base, Caja Duero-España, Banca Cívica y Unnim.

El supervisor, que ha pedido permiso a cada entidad para publicar sus cifras, dará a conocer cuatro listados: uno con las entidades que tienen que tener un 10% de solvencia, otro con las que han de llegar al 8%, otro con las del primer grupo que necesitan captar capital y un último con las del segundo grupo que también tienen necesidades. En las cartas que ha remitido durante esta semana a las entidades para informarles de su situación consta cuánto dinero tendrán que captar, pero no la cifra exacta de solvencia.

Para calcularla, el supervisor ha sido tan estricto que ha reevaluado, incluso, la valoración que las entidades han hecho de sus participadas. En las negociaciones sobre la estrategia para captar capital les está exigiendo, además, que se hagan ya con los fondos suficientes para aprobar los test de estrés que se harán en los próximos meses en la Unión Europea.

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