Probarse el vestido de novia, elegir el menú, diseñar las invitaciones, sentar a familiares y amigos, contratar el fotógrafo, y hasta asegurar la boda, hoy es posible gracias al nacimiento de empresas por internet que con un solo click organizan la boda a los novios más ocupados, e incluso perezosos.

Es el caso de Bodaclick, empresa líder de la organización de bodas a través de internet, que durante todo el fin de semana ha presentado en Madrid sus servicios junto con otros 160 expositores de empresas del sector en la feria de "Las mil y una boda".

"Los futuros novios, que en general superan los treinta años, se encuentran con la dificultad de organizar una boda cuando ambos disponen de poco tiempo", ha explicado a Efe el director general de Bodaclick, Gonzalo Hamparzoumian, quien destaca que reciben más de 30.000 solicitudes al mes de parejas que desean ser asesoradas en la preparación de su enlace matrimonial.

El presupuesto medio se estima en torno a los 40.000 euros, dinero que hoy obliga a los futuros esposos a asegurar su boda.

Por 150 euros, y siempre que las razones no sean el fin del amor, los novios pueden proteger su boda de imprevistos sin perder los depósitos de las reservas.

"Si la madrina sufre un accidente o el lugar del banquete se inunda, el seguro de Bodaclick garantiza aplazar el enlace o celebrarlo en otro emplazamiento en las mismas condiciones", ha explicado Hamparzoumian.

Además, su portal, www.bodaclick.com, permite a los futuros novios ahorrar tiempo, encontrar buenas ofertas y promociones para su viaje de novios, la elección del vestuario o el lugar de celebración entre sus más 4.500 proveedores.

Ante la gran demanda de parejas que desean la organización completa del evento, la empresa Todoboda inaugura el próximo noviembre un portal en internet en el que la propia novia podrá probarse virtualmente su traje.

"Basta con introducir sus medidas o hacerse una foto con una cámara web para verse vestida de novia de forma virtual en menos de un minuto", ha explicado a Efe Julián de la Cruz, director de la empresa, dedicada a ofertar un amplio abanico de diseñadores, hoteles, fincas, estilistas, fotógrafos o destinos para la luna de la miel.

En casa, cómodos y sin gastar energías en recorrer los distintos escenarios obligados de todo enlace, los novios tienen la oportunidad de diseñar su boda en una pantalla de ordenador y ultimar detalles como acomodar a los invitados, elegir los arreglos florales o el regalo para los asistentes.

"Algo útil como un abanico o un juego de manicura para ellas y una botella de vino o de aceite para ellos en lugar del tradicional puro", dice José Manuel González de Mundiboda.

Los únicos inconvenientes de preparar una boda virtual son la degustación del menú y la prueba final del vestido nupcial, cuestiones que inevitablemente exigirán la presencia física de la pareja.

Una pareja que, a pesar de la crisis, sigue dándose el "sí quiero". Y es que, pocos novios parecen renunciar por razones económicas a casarse, según las empresas consultadas por Efe en la feria, que destacan que el número de celebraciones no ha disminuido.

Si bien, el ajuste de presupuesto llega con las reducciones en el número de invitados y de los platos a degustar. Si hace unos años el precio medio del menú por persona era de unos 130 euros, este año se sitúa en 100 euros, según Julián de la Cruz.

En lo que la novia no está dispuesta a recortar presupuesto es en su vestido que, en la mayoría de los casos, lo paga ella. "Busca su vestido a menor precio pero no renuncia a comprar el que le gusta por ahorrase 500 euros", ha dicho a Efe la diseñadora de Novissimima Charo Peres.

Para los presupuestos más ajustados, hay firmas que en sus "outlet" proponen vestidos de otras temporadas a precios más asequibles. Para las que huyen del vestido convencional, existen modelos de color e incluso con estampaciones de obras de arte como "El nacimiento de Venus", de Sandro Botticelli.

Sin embargo, "el novio apuesta por un chaqué en alquiler que si estrena le cuesta 240 euros y si es usado 70 euros", según la firma de sastrería Guzmán.

A pesar de la inmediatez y las facilidades de internet, los novios preparan su boda con ocho meses de antelación y dejan la elección de las alianzas para el último momento, el símbolo de la unión que hoy toma más protagonismo ya que es lo único que prevalece de ese día.

Laura Camacho y Carmen Martín