El presunto etarra Oroitz Gurruchaga Gogorza, detenido ayer en el sur de Francia, se hizo responsable del "aparato militar" de ETA a mediados de 2010, apenas un año y medio después de su integración oficial en la banda terrorista, ocurrida en diciembre de 2008.

Según el Ministerio del Interior, Gurruchaga asumió la dirección del "aparato militar" de ETA a raíz de los sucesivos arrestos de los anteriores responsables de la estructura militar de la banda, lo que demuestra la fragilidad y falta de efectivos de la organización, obligada a encumbrar a terroristas con escasa experiencia.

Desde mediados de 2010 asumió la función de captar nuevos militantes para la banda, labor para la que incorporó como ayudante y "lugarteniente" a Xabier Aramburu Sagarminaga, detenido también ayer en la localidad francesa de Cauna, cerca de Mont-de-Marsan.

No obstante, Gurruchaga debió compartir responsabilidades durante un tiempo con el etarra Alejandro Zobaran Arriola, "Xarla", arrestado en marzo del año pasado y que también fue presentado por el Ministerio del Interior en el momento de su detención como el jefe del "aparato militar".

En cualquier caso, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha insistido hoy en que la lucha contra ETA se mantendrá firme hasta su disolución incondicional, ya sea "por las buenas o por las malas".

"ETA lo ha de saber", ha asegurado Fernández Díaz tras la inauguración hoy de la primera comisaría conjunta hispano-marroquí en el puerto de Tánger.

El titular de Interior ha recordado que ETA no solo no se ha disuelto, sino que además sus activistas continúan armados y falsificando documentos.

"¿Qué credibilidad tiene una organización que dice que va a dejar de actuar para siempre y, sin embargo, no se disuelve sino que sus miembros van armados, sustraen vehículos y falsifican documentación?", se ha preguntado.

Una opinión con la que no coincide el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, para quien todo indica que ETA ha abandonado ya sus "actividades terroristas".

Según Ares, los dos terroristas detenidos ayer en Francia estarían intentando captar nuevos militantes de ETA, aunque únicamente para mantenerse en la clandestinidad.

"Toda la información de la que disponemos confirma que ETA ha abandonado todas las actividades terroristas", ha subrayado.

Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha opinado hoy que las detenciones de Gurruchaga y Aramburu son "un gran paso hacia la paz con libertad" y ha añadido que ETA, o deja las armas o se las quitarán.

Basagoiti ha recordado que los dos presuntos miembros de ETA iban armados y supuestamente pretendían captar nuevos miembros, lo que demostraría, a su juicio, que los verificadores "y demás gente que se llena el bolsillo con el tema de ETA están haciendo un papelón".

La Fiscalía solicitará a la Audiencia Nacional que reclame a Francia la entrega de Gurruchaga, que acumula tres causas pendientes, dos de ellas por pertenencia a banda armada y otra por actos de violencia callejera.

En enero de 2009, el juez Fernando Grande-Marlaska dictó un auto de prisión contra el "jefe militar" de ETA, a raíz de que apareciera junto a otros nueve jóvenes en un vídeo difundido por los diarios Gara y Berria en el que anunciaba su decisión de integrarse en la estructura de la banda.

Marlaska también le procesó junto a otros 21 jóvenes por integración en la organización juvenil ilegalizada Segi, en la que ejercía un papel de "dinamizador" de varios grupos "Y" en Rentería, su localidad natal.

Por su parte, Aramburu, que también fue miembro de Segi, participó en acciones de violencia callejera desde el año 2000, hasta que en el verano de 2005 pasó a colaborar con el "comando Kresala" de ETA a las ordenes directas del por entonces máximo responsable del "aparato militar", Garikoitz Aspiazu, "Txeroki".

De estas dos últimas detenciones en Francia y de la situación de la lucha contra ETA hablarán mañana en Madrid Jorge Fernández Díaz y el nuevo ministro del Interior galo, Manuel Valls, nombrado hace dos semanas por el presidente Francois Hollande.