Este artículo se publicó hace 15 años.
Otros 21 muertos en el segundo día de combates en Somalia
Al menos 21 personas murieron hoy en Somalia en el segundo día de combates entre milicias integristas islámicas y las fuerzas leales al Gobierno Federal de Transición (FTG) del país, lo que eleva el número de víctimas mortales a más de 40, confirmaron a Efe testigos presenciales.
Fuertes bombardeos se registraron en varias zonas de Mogadiscio, incluido el barrio donde se encuentra el palacio presidencial, y causaron la muerte de cinco civiles, entre ellos tres niños que se encontraban en una escuela coránica sobre la que cayó una granada de mortero.
Habibo Omar Olad, cuyo hijo murió en los combates del martes, que causaron, por lo menos, 23 muertos, fue alcanzada hoy nuevamente por la desgracia cuando su hija murió en la explosión de un misil que hizo impacto en una casa en la que la joven se había refugiado.
"Ayer murió mi hijo y hoy otro misil mató a mi hija", dijo a Efe la desconsolada mujer, que agregó que en la explosión en la que pereció su hija murió también un anciano.
Otras 16 personas murieron en Hudur, la capital de la región de Bakol, a unos 300 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, capturada por los milicianos islámicos tras derrotar a las fuerzas gubernamentales que la defendían, confirmó a Efe el portavoz de una organización humanitaria local.
"Según me han informado, 16 personas murieron en los enfrentamientos, la mayoría de ellos combatientes, pero también hay una mujer y su hijo entre las víctimas", dijo Hassan Moalin Yusuf, presidente del Centro para la Paz y los Derechos Humanos, quien confirmó que los atacantes eran milicianos de Al-Shabab.
Los insurgentes combaten bajo la égida de Hizb-al Islamiya (Partido Islámico), agrupación extremista islámica formada por Al-Shabab (La Juventud), grupo que hasta finales de 2006 fue el ala militar de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI); la Alianza para la Nueva Liberación de Somalia (ARS), que tiene sus bases de retaguardia en Eritrea, y los milicianos del clan Raskamboni.
Sheikh Yusuf Siad Indha'adde, uno de los comandantes de las milicias de Hizb-al Islamiya, renunció hoy a su cargo en la alianza en protesta por la continuación de la guerra tras la retirada de Somalia de las fuerzas etíopes que respaldaban al Gobierno Federal de Transición (FTG).
"Luchamos contra los etíopes para salvar a nuestro pueblo, pero no queremos seguir atacando a quienes soportaron esos dos años de guerra", dijo Indha'adde, quien acusó a oficiales de bajo rango del partido por los ataques contra el FTG, encabezado por el jeque Sharif Sheikh Ahmed, un líder islámico moderado.
Esta nueva ofensiva contra el Gobierno de Transición se produce después del ataque del domingo pasado de dos terroristas suicidas de Al-Shabab contra una base de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) en el que murieron once soldados burundeses del contingente de paz continental.
Somalia, inmersa en el caos político desde principio de los 90, inició una nueva fase de su proceso de pacificación cuando en enero el Parlamento eligió como jefe de Estado a Sheikh Ahmed y aprobó el pasado día 14 el nombramiento como Primer Ministro de Omar Abdirashid Ali, hijo de un antiguo presidente somalí.
Sin embargo, las facciones integristas islámicas ha rechazado las aperturas democráticas del Gobierno de Transición, que pretende llevar al país a elecciones generales, y han jurado que seguirán combatiendo hasta que lo depongan.
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