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Pacientes infértiles EEUU quieren decisión final sobre embriones

Reuters

Por Andrea Hopkins

Cuando Amy Birney tuvo que decidirqué hacer con los dos embriones que habían quedado luego de sutratamiento de fertilidad estaba segura de una cosa: elGobierno de Estados Unidos no debería entrometerse en elasunto.

Pero era el 2007, y el entonces presidente estadounidenseGeorge W. Bush había impuesto restricciones a la financiaciónfederal de estudios con células madre embrionarias.

Entonces, por mucho que lo quisiera, Birney, investigadoraen salud con 10 años de experiencia con pacientes con cáncer,no podría donar sus embriones para la investigación con célulasmadre.

En cambio, la mujer los donó a su médica, quien prometióconservarlos hasta que hallara un estudio que los necesitara.Congelados por años, Birney ahora espera que sus embrionespuedan ayudar a alguien más.

"Escogí la investigación antes que la destrucción como unaforma de ayuda potencial a otras personas", dijo Birney, de 44años, una madre soltera de Oregon que se oponía a laprohibición de Bush.

"Donar mis embriones para la investigación fue mi protestasilenciosa a esa prohibición (...) Ahora que la restricción fuelevantada, quizá puedan convertirse en una nueva líneacelular", agregó.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, terminó ellunes con esas restricciones a la investigación con célulasmadre, una decisión contraria a la opinión de algunas personaspor cuestiones éticas y religiosas, dado que las poderosascélulas provienen de embriones de días de gestación.

Mientras que los investigadores aplaudieron la medidatomada por Obama como un nuevo paso hacia el tratamiento y curade una serie de enfermedades, pacientes de clínicas defertilidad dicen sentirse felices de no estar más limitados ensu elección sobre qué hacer con los embriones no utilizados.

Unos 300.000 embriones congelados fueron almacenados enEstados Unidos en el 2003, según la Sociedad Estadounidense deMedicina Reproductiva. La cantidad ha aumentado a 500.000 desdeentonces, según algunas estimaciones.

Esos embriones fueron creados durante tratamientos defertilidad, como la fertilización in vitro (FIV), en la que setoman óvulos de una mujer y son fertilizados conespermatozoides para crear embriones.

Generalmente, uno o más de los embriones de mayor calidadson implantados en el útero materno, mientras que el resto secongela.

INTROSPECCION

Julie Robichaux es sólo una de las miles de ex pacientes declínicas de fertilidad que trata de decidir qué hacer con sustres embriones congelados. Ella y su esposo, orgullosos padresde dos varones, creen que no querrán tener más hijos.

"Hemos hablado mucho de esto y pensamos que nuestrapreferencia es donarlos a alguien más que necesite un embrión odos", manifestó Robichaux, quien creó un blog para contar sulucha contra la infertilidad y que conoce a muchas personas queaún tienen problemas para tener hijos.

Robichaux, de 38 años, dijo que los pacientes infértilessaben muy bien cuán valiosos son los embriones, ya que muchospasan años hasta llegar a ellos, y que puede simpatizar conquienes creen que la vida comienza con la fertilización.

Como paciente sometida a FIV "sabes en qué puedeconvertirse tu embrión. Lo sabes en verdad, no de manerapotencial", señaló Robichaux.

Pero ella argumenta que los pacientes deben tener ladecisión final sobre si donar sus embriones a otra familia, ala investigación, o descartarlos.

"Nadie llega a una FIV sin una introspección y unaevaluación de la propia moral. Por lo tanto, que el Gobiernodescarte nuestra elección es extremadamente ofensivo", añadió.

Un estudio del 2008 del Centro Médico de la Duke Universitysobre pacientes que habían criopreservado sus embriones revelóque casi la mitad pretendía usarlos para reproducción futura.

Entre quienes respondieron a la consulta y no querían tenerotro hijo, el 41 por ciento consideró la donación para lainvestigación como una alternativa muy probable, el 16 porciento dijo que la donación a otra familia era una opción muyviable y el 12 por ciento que el descarte era la alternativamás probable.

Aún con la flamante eliminación de las restricciones a lainvestigación con células madre, pacientes infértiles tendríancomplicaciones para donar sus embriones sin utilizar a laciencia, dijo Barbara Collura, directora ejecutiva de RESOLVE,un grupo nacional de asistencia a la infertilidad.

"Hay un gran problema dentro de la industria; los pacientesno siempre conocen la logística del próximo paso, cuáles sonsus opciones. No conocen sus derechos", señaló Collura.

"La industria de las células madre tiene que pensar encomunicarse con los pacientes infértiles, para facilitarles elprocedimiento, dado que las personas no saben cómo realizar elsiguiente paso y nadie les dice cómo hacerlo", finalizó.

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