El Pacto de Toledo se cierra sin acuerdo en la edad de retiro

Después de dos años y dos meses de trabajo, el Pacto de Toledo culminó su tercera ronda de negociaciones con el sinsabor, para el PSOE, de no haber logrado un acuerdo sobre la necesidad de elevar la edad legal de jubilación. Los grupos parlamentarios, en especial PSOE, PNV y CiU, expresaron su satisfacción por el conjunto de los acuerdos alcanzados, aunque quedó patente cierto recelo sobre las intenciones del Ejecutivo en el proyecto de ley final.

La portavoz socialista, Isabel López i Chamosa, se congratuló por el "buen consenso" conseguido en la redacción del texto, pese a los votos particulares con los que contará. Los grupos minoritarios de izquierdas, IU, ERC y BNG, se mostraron más críticos con el dictamen que se someterá a la votación final de la comisión el 29 de diciembre. Estos grupos emitirán un voto particular en los apartados sobre edad de jubilación y periodo de cómputo para calcular la prestación. La mayoría de los partidos políticos han coincidido en la necesidad de ampliar el número de años por encima de los 15 actuales, algo en lo que los grupos de izquierda discrepan, en especial porque la ambigua redacción del texto podría dar pie a tomar toda la vida laboral como referencia. Estos grupos han emitido votos particulares también en las anteriores rondas del pacto.

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El único otro partido que anticipó que podría emitir un voto particular fue el PP. Aunque el portavoz del grupo, Tomás Burgos, lo dejó supeditado a la decisión de la dirección del partido, ya adelantó que el voto podría centrarse también en el punto referente a la edad de jubilación. Además, Burgos no descartó emitir un voto particular sobre los "elementos que faltan" en el texto. Al mismo tiempo, el diputado conservador se declaró muy satisfecho por el papel que había realizado su grupo durante la negociación y las aportaciones realizadas que, en su opinión, "han mejorado el texto".

Con todo, la recomendación sobre edad de jubilación que se votará el 29 de diciembre en la Comisión del Pacto de Toledo, y posteriormente en el Pleno del Congreso, ya contiene una coletilla que constata "el desacuerdo" de los grupos en lo referente a edad legal de retiro. Sin embargo, ha sido tal la presión sobre este punto, que los partidos están dispuestos a emitir un voto particular que especifique su posición contraria a la posibilidad de que se desplace la edad a 67 años.

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Estos votos particulares, que se elevarán a pleno, previsiblemente el próximo 25 ó 26 de enero, se votan a su vez como una suerte de enmiendas. Ninguno de estos votos contará, a priori, con el suficiente apoyo para ser aprobados y aparecer en el dictamen final como una recomendación más.

El retraso en el calendario también es objeto de discrepancia. El diputado de ERC, Joan Tardá, señaló la incongruencia de que el pleno apruebe un texto y que tres días después el Ejecutivo presente un proyecto de ley que se puede ajustar, o no, a esas recomendaciones. El presidente de la comisión, el popular Juan Morano, aseguró que el calendario se había establecido independientemente de los compromisos que se había establecido el Gobierno y subrayó la independencia en este sentido del Pacto de Toledo. Por eso, Burgos instó al Ejecutivo a no cumplir su compromiso del 28 de enero y no aprobar ese día el proyecto de ley.

Aunque el grueso de las discusiones se centró en las recomendaciones sobre planes privados de pensiones y protección familiar (ver información adjunta), los diputados también tuvieron tiempo para volver a redactar la recomendación que trata sobre la congelación de las pensiones en 2011. Además de decir que no se ajusta al espíritu del Pacto, los grupos, con el acuerdo del PSOE, han pedido al Gobierno que consulte a esta Comisión la próxima vez antes de tomar una medida así.