José Tomás Román, padre del torero madrileño que sufrió el sábado una grave cogida durante una corrida en México, dijo el lunes que se vivieron momentos muy dramáticos en la enfermería de la plaza de toros por el grave estado del famoso diestro.

que ya respira por sus propios medios - es alentadora.

"Se vivieron momentos muy dramáticos porque fue un pequeño caos en la enfermería", dijo.

Para el padre del diestro de Galapagar, considerado uno de los mejores toreros de España, la clave estuvo en el equipo médico, que decidió estabilizar al paciente allí mismo antes de trasladarlo a un centro médico.

"Tomaron una decisión fundamental y fue estabilizarle allí en la enfermería, y no moverle", dijo.

Tomás padre recordó que otro momento dramático fue cuando una vez frenada la hemorragia no había sangre para ponerle.

El torero, de 34 años, sufrió una fuerte herida en la ingle izquierda que le causó una severa hemorragia después de que el toro "Navegante", el segundo de su actuación, embistiera contra él mientras toreaba en la plaza de toros de Aguascalientes, durante la tradicional Feria de San Marcos.

La cornada, de diez centímetros, le afectó a la vena y arteria femorales, lo que le hizo perder mucha sangre y llevó a que incluso la megafonía local de la plaza pidiera donantes de inmediato a los espectadores.

En la enfermería de la plaza tuvo lugar una intervención de urgencia para detener la hemorragia y luego fue trasladado a un hospital, donde fue operado.

El lunes el torero ya pudo recibir la visita de sus allegados a los que incluso gastó alguna que otra broma.

José Tomás ha sido comparado con los más grandes del mundo del toreo en España, como Joselito y Juan Belmonte, pero también ha sido criticado por los expertos por no tener supuestamente la pureza y la finura de los clásicos e incluso por dejarse embestir por los toros.

El diestro de la localidad madrileña de Galapagar, cuya retirada de los ruedos en 2002 en la cumbre de su carrera continúa siendo un enigma, regresó en 2007 para seguir cosechando éxitos y sustos, ya que su forma de torear le hace exponerse mucho.