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"Los padres no se divorcian de sus hijos", cómo afrontar una separación

EFE

"Los padres no se divorcian de sus hijos. Claves para seguir con ellos tras la separación" es el título del último libro del doctor en Medicina y Cirugía Paulino Castells, quien analiza las repercusiones psicológicas negativas que el fracaso matrimonial puede tener en los hijos y ofrece soluciones para evitarlas.

El autor, experto en temas de familia, presenta un completo manual en clave divulgativa y con experiencias reales, para que la disolución de la pareja no suponga una paternidad irresponsable y el niño disfrute de una infancia feliz.

En concreto, "Los padres no se divorcian de sus hijos" (Editorial Aguilar) aborda temas como la custodia, los regímenes de visitas, de qué manera afecta el divorcio a otros parientes y cómo presentar a la nueva pareja.

El lector encuentra en la obra respuestas didácticas sobre cómo hay que plantear la nueva situación a los hijos y cuáles serán sus primeras reacciones dependiendo de la edad y el sexo del menor.

Las manifestaciones más comunes entre los menores son el miedo al abandono, la tristeza, la soledad y el bajo rendimiento escolar y para evitarlo Castells apuesta por establecer un diálogo abierto, donde el hijo pueda expresar sus sentimientos, y los padres le aclaren sus dudas y temores.

"La regla de oro para prevenir traumas infantiles en la separación es que el niño tenga la seguridad de que sus padres, por encima de todas las desavenencias que haya entre ellos, le seguirán queriendo", aconseja el autor.

También hace hincapié en que el menor no debe pensar que es el culpable del divorcio de sus padres y resaltar los aspectos positivos y la normalidad de esta nueva situación, dado que cada día más de cien mil parejas se separan.

Además, advierte que en ocasiones la separación provoca que los padres cedan sin complicaciones a las demandas de los hijos y tengan dificultades para imponer su disciplina.

"La causa está en que en la jerarquía parental aflora un sentimiento de culpabilidad que impregna todas las actuaciones de los padres y distorsiona sus tareas educativas", apunta Castells.

Por último, el doctor alerta de los síntomas que los menores con padres divorciados pueden sufrir, como el Síndrome de Alienación Parental, una alteración de su comportamiento, por la que el niño no desea tener contacto con uno de los padres, debido a las estrategias del otro progenitor para destruir esos vínculos.

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