Este artículo se publicó hace 11 años.
La PAH se presenta en la puerta de Soraya Sáenz de Santamaría
Más de un centenar de activistas antidesahucios realizan un escrache a la vicepresidenta del Gobierno. La concentración ha concluido con decenas de identificaciones realizadas por un amplio despliegue policial
Este viernes ha llegado el turno de que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) informara a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de las razones por las que los diputados de su partido deben votar a favor de la Iniciativa Legislativa Popular que exige la dación en pago retroactiva, la paralización de los desahucios y la creación de un parque de viviendas destinadas a alquiler social.
En torno a las 18.00, un nutrido grupo de afectados y miembros de la PAH y de la Asamblea de Vivienda de Madrid - más de cien- se concentraban en la madrileña plaza de Manuel Becerra. Tras leer un comunicado en el que condenaban la actuación policial durante los desahucios de esta mañana , que se han saldado con dos detenidos y varios heridos a consecuencia de las cargas policiales, se han dirigido hasta el domicilio de la vicepresidenta al grito de "dación en pago y alquiler social" y de "la ILP no se negocia".
Sin embargo, antes de comenzar la marcha, el aún pequeño dispositivo policial ha identificado a varios de los asistentes, entre los que se encontraban el exsecretario general de Alianza Popular hasta el 86, Jorge Vestrynge, que se había acercado para "ver cómo se hacía un escrache". "Nos han identificado a varias personas, aunque no sabemos por qué", ha criticado Vestrynge, quien ha añadido que "cuando al pueblo se le trata como a un perro, el pueblo termina mordiendo. Aunque de momento sólo estamos ladrando".
"Cuando al pueblo se le trata como a un perro,termina mordiendo. Aunque ahora estamos ladrando", ha dicho Vestrynge Los carteles con los botones rojo y verde, que simbolizan los que se usan en el Congreso de los Diputados para votar las medidas, así como las fotos de Olmo Calvo, ganador del premio internacional Luis Valtueña de fotografía con una serie sobre los desahucios en España, han ido llenado escaparates y cristaleras de las tiendas aledañas con el lema "sí se puede. Pero no quieren". Varios vecinos aplaudían desde sus balcones a la comitiva que iba a plantarse en la puerta de Santamaría para que "no viva ajena a las dramáticas consecuencias que su comportamiento (no apoyar la dación en pago) está ocasionando a miles de personas", decía el comunicado que un afectado ha leído frente a su domicilio.
Más de cien personas marchan hacia la casa de Santamaría para que vote 'sí' a la ILP por la dación en pago. -JAIRO VARGAS
Pero los carteles a favor de la ILP no eran los únicos que estaban presentes en esta protesta. Frente a la casa de la vicepresidenta colgaban varias batas blancas con un crespón negro en la solapa, simbolizando la muerte de la sanidad pública.
En total tranquilidad y sin ningún incidente, los manifestantes han realizado el recorrido, han leído el comunicado, han relatado varios casos personales de desahucios y han guardado un minuto de silencio para "que recuerde a los que ya no están y a los que siguen sufriendo" los efectos de la burbuja inmobiliaria e hipotecaria que ha sumido al país en la actual crisis económica.
"Aunque mi vida ya está rota, si hay dación en pago, mi deuda no pasará a mis hijas", decía una afectada "Aunque mi vida ya está rota, si hay dación en pago, la deuda de mi casa no pasará a mis hijas", explicaba ante los presentes una afectada en paro más de tres años y con dos hijas a su cargo. "Pedimos mínimos, la dación en pago no es ningún chollo y si no se paga es porque no se puede, porque es imposible encontrar un empleo", ha dicho.
Sin embargo, una vez que los manifestantes comenzaban a retirarse de las puertas del domicilio, un fuerte dispositivo policial, con al menos seis furgones de la Unidad de Intervención Policial, ha irrumpido en la calle y ha comenzado a retener a decenas de activistas a los que ha identificado. Aunque no ha habido cargas, la tensión ha ido en aumento y han vivido forcejeos entre los agentes y algún manifestante que sólo quería volver a casa mientras el despliegue policial impedía que la concentración terminase.
Así, después de decenas de identificaciones y de dejarle a Soraya en la puerta -a los pies de los agentes que la custodiaban- un sobre con billetes falsos de 500 euros, los manifestantes han regresado a la plaza desde donde partieron escoltados por el cordón policial desde la casa de Santamaría, a la que no se ha visto durante la acción. Mientras se retiraban se podía escuchar el grito "desahuciar familias sí es terrorismo".
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