Este artículo se publicó hace 11 años.
"Todo el país necesita saber más, y no sólo los hijos de los ricos"
Varios expertos en Educación rebaten las medidas propuestas por el ministro Wert para la reforma del sistema de becas. España gasta más por alumno que el resto de la OCDE, pero no en lo que se refiere a ayudas al estudiante
Unos 10.000 euros por alumno. Esa es la cantidad real que el Estado paga por cada universitario matriculado, por lo que las tasas aportadas por cada usuario -unos 900 euros anuales de media en el curso 2010-2011 [antes de la subida]- suponen sólo un entre un 15 y un 20% del coste total de la educación superior. Así se extrae de los datos del informe Education at Glance 2013, elaborado por la OCDE y presentado este martes por el Ministerio de Educación [ver gráfico aquí].
Varios dirigentes del PP han enarbolado este mismo argumento en los últimos días para justificar la decisión anunciada por el ministro José Ignacio Wert de aumentar los requisitos para la obtención de becas. "Todos los españoles están becados en un 85% en el coste de la universidad", declaró el martes Esperanza Aguirre. "Los universitarios sólo pagan el 25% del coste real de la matrícula", señaló también su sucesor al frente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, para abogar por el reconocimiento "del mérito y el esfuerzo" para la concesión de ayudas.
Para el titular de Educación, que no basa su decisión en un ahorro económico, sino en la búsqueda de la excelencia universitaria, "la pregunta que hay que hacerse es si ese estudiante que no puede conseguir un 6,5 está bien encaminado o debería estar estudiando otra cosa". "No es que les paguemos los estudios, es que les pagamos por estudiar", se atrevió a asegurar en una entrevista concedida a Los Desayunos de TVE.
Sin embargo, todos estos argumentos se vuelven en su contra y así se lo han hecho ver al ministro los responsables autonómicos de Política Universitaria y hasta los miembros del partido del Gobierno al que pertenece, que le han dejado sin apoyos. Después de la marcha atrás iniciada por Wert en la última Conferencia Sectorial, cuando anunció que revisará su propuesta de acceso a becas, son varios los expertos que abogan por eliminar el resultado académico como requisito para obtenerlas.
Este es el caso de Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que cree que "las becas no deben discriminar por nota sino por la situación económica de cada uno". "Si lo que se le paga de más a un alumno becado es sólo el 15-20% del coste real, no se le puede negar esa cantidad a quien no saque un 6,5", continúa.
El catedrático de Sociología de la Universidad de Salamanca Mariano Fernández Enguita ya desgranaba esta cuestión en su blog, en septiembre de 2011. "Sabemos que quienes acceden a la Universidad son, desproporcionadamente, los hijos de la clase profesional-directiva y otros grupos aventajados. Tenemos, pues, que el conjunto de la población financia la educación de unos pocos, o que la mayor parte de la población contribuye a financiar unos estudios a los que nunca accederá [...] Una solución a considerar sería una amplia política de becas y ayudas, de modo que el origen social no pudiera actuar como filtro para los alumnos de clase más humilde", argumentaba el profesor. "El problema es que resulta muy probable que la selección y adjudicación de esas becas y ayudas no sea óptima", adelantaba también.
En este sentido, Carabaña denuncia que "cuestionar que quien no saque un 6,5 debe plantearse el seguir estudiando es una barbaridad que no merece la pena comentar". "Y el argumento serio del ministro, el de que si el Estado paga no es para mediocres y holgazanes, está también errado porque es injusto que el Estado dé esos 10.000 euros a quien se lo pueda pagar, pero niegue la posibilidad de estudiar a quien no puede, a pesar de haber sacado un 5, como los demás", concluye el catedrático de la UCM.
En la misma línea se expresa también el director de la cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Francisco Michavila, que reconoce que el actual sistema universitario presenta "ineficiencias que hay que corregir, aunque menos que en otros ámbitos", considera "desacertada" la reforma propuesta por el ministro.
"Ser el más brillante en nota no significa ser el más brillante en capacidades", apunta un experto
"Para empezar, las becas son una acción política de solidaridad para permitir el acceso a la universidad a los hijos de las familias con menos recursos", argumenta Michavila. "No se trata de becas de excelencia, sino de dar oportunidades a la gente", continúa el también catedrático de Matemática Aplicada de la UPM. "Además -agrega- ser el más brillante en notas no significa ser el más brillante en capacidades", apunta.
En cualquier caso, "este país necesita acceder al conocimiento, saber más, y no sólo unos pocos, no la élite de los intelectuales y los hijos de las familias adineradas, sino toda la sociedad", insiste Michavila. "Sólo así existirá más gente con mayor capacidad de acción; si no, volveremos al sistema de burbuja inmobiliaria y de políticas de corto plazo que instaló el Gobierno de Aznar", advierte el catedrático de la UPM.
El sistema de ayudas en España está por debajo de la media de los países de la OCDE
Por este motivo, precisamente, considera "injusto" que "a quienes tienen dinero les basta un 5 para que se les sufrague ese 85% de la matrícula mientras que el resto necesita un 6,5 para acceder a unas ayudas que necesitan más que los anteriores", denuncia Michavila, que recuerda que "el sistema de ayudas españolas al estudiante -que incluye becas, préstamos y otros sistemas- se mantiene en un tercio de las proporcionadas, de media, en los países de la OCDE"."Ya es, por tanto, un sistema infradotado... ¡como para recortarlo más!", exclama el profesor.
En lo que también coinciden ambos expertos es en que no creen que la reforma propuesta por Wert en materia de becas responda a motivos de ahorro económico. "Ni siquiera el Ministerio esgrime ese argumento, se basa sólo en la búsqueda de la excelencia, se debe a motivos ideológicos", señala Carabaña. "En cualquier caso, si no hay dinero, que rebaje la cuantía de las becas, pero que no se lleve a cabo la discriminación que suponen las nuevas medidas", solicita el catedrático de la UCM.
"El gasto en becas es, en realidad, mínimo comparado con otras cuestiones. Desconozco el dato exacto de ahorro que podría suponer las nuevas medidas del Gobierno pero dudo que suponga una gran cantidad", opina, por su parte, Michavila. "Ahorrar ahí, cuando hablamos de unos mínimos de subsistencia, de acceso a los conocimientos básicos que supone la Universidad -pese a que se trate de Educación Superior-, me parece mezquino", concluye.
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