Este artículo se publicó hace 16 años.
El Palau de les Arts presenta "Iphigénie", la obra que revolucionó el Barroco
El Palau de les Arts de Valencia estrenará el próximo miércoles una producción de "Iphigénie in Tauride", la ópera con la que Gluck revolucionó a finales del siglo XVIII el formato barroco e inició nuevos caminos de modernidad en la producción lírica europea, por la que luego transitaron compositores como Beethoven, Verdi o Puccini.
El tenor Plácido Domingo, que encarna a Oreste, el principal protagonista de la obra, ha destacado en rueda de prensa la satisfacción personal que supone "encontrar algo nuevo en lo viejo" y ha asegurado sentirse "admirado" de que "todavía" puede cantar, cuando ya ha rebasado los 67 años.
"Iphigénie in Tauride" es un coproducción del Metropolitan de Nueva York en la que, además de Plácido Domingo, intervienen la soprano Violeta Urmana (en el papel de Iphigénie), el tenor Ismael Jordi (como Pylade), el bajo Riccardo Zanelleto (Thoas) y la soprano Amparo Navarro (Diana), con dirección musical a cargo de Patrick Fournillier y dirección escénica de Stephen Wadsworth.
Con más de 120 papeles interpretados a lo largo de su carrera, Plácido Domingo ha recordado que ha vuelto a la ópera barroca después de 40 años (en 1966 interpretó "Hippolyte et Aricie" de Rameau y el oratorio "El mesías" de Haendel) y de haber interpretado a todos los grandes compositores de los siglos XIX y XX.
De "Iphigénie", el tenor madrileño ha destacado tanto la fuerza melódica como la importancia del recitativo, que es la forma en la que se expresa el drama interior de Orestes (ha matado a su madre y tiene que hacer lo mismo con su mejor amigo). "Tiene gran fuerza y belleza -ha afirmado-, no es un vínculo para pasar de una romanza a un duetto, sino que modula la propia acción y llega a tener la misma belleza que las romanzas".
Ha asegurado también que, a lo largo de su carrera, siempre ha buscado personajes que pudieran aportar algo nuevo a los repertorios de Verdi, Puccini o Wagner. Eso es lo que ha encontrado en este Orestes de Gluck o en el reciente Tamerlano de Haendel interpretado en el Teatro Real de Madrid.
"Es la satisfacción de encontrar algo nuevo en lo viejo", ha comentado.
Por su parte, Fournillier ha destacado que Gluck cambió la estructura de la ópera italiana del siglo XVIII, con las repeticiones sistemáticas de las arias y cuyo máximo representante era Nicoló Piccini, para dar más importancia al texto y a los coros, además de introducir el ballet.
Según Fourniller, Gluck, a pesar de su origen alemán, es considerado el creador de la "moderna ópera francesa", que en las décadas posteriores tendrían continuidad con Berlioz, Bizet y Massenet, entre otros.
En su opinión, "Iphigénie in Tauride", un drama lírico a partir de la tragedia de Eurípides, tiene también como asunto novedoso para su época no estar basado en el amor, sino en los valores de la fraternidad y la amistad.
El director musical ha destacado el trabajo de los integrantes de la Orquesta de la Comunitat Valenciana, que han realizado "un excelente trabajo de interpretación de Gluck con instrumentos modernos".
Como novedad ha señalado la utilización de dos claves, que permiten dar relieve e intensidad a los sentimientos que se desarrollan sobre el escenario.
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