Este artículo se publicó hace 15 años.
Pamuk dice que "está encantado de estar por fin en Andalucía, a sus 57 años"
El escritor turco Orhan Pamuk ha sabido reflejar en su obra el choque de culturas y la interconexión entre oriente y occidente, y, por eso, hoy se mostraba "encantado de estar por fin en Andalucía", a sus 57 años, y de poder visitar la ciudad de Granada, símbolo del cruce entre el Islam y Europa.
"Andalucía es muy importante para los turcos y para mí; su cultura y, sobre todo, su arquitectura. Y por fin estoy aquí. Quizá sea un poco tarde, pero nada llega tarde en la vida", afirmaba Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura 2006, ante un grupo de periodistas, horas antes de protagonizar una de las sesiones de la tercera jornada del "Hay Festival".
Tenía prisa por visitar la Alhambra -"llevo 57 años preparándome para la emoción de verla", aseguró- y no le apetecía demasiado dialogar con la prensa ni quería que se le formularan preguntas de política, pero al final accedió amablemente a mantener un breve encuentro y quedó claro que sus palabras sobre Andalucía y Granada no eran de mera cortesía. Había pasión en ellas.
Este viaje tiene una significación especial para él. "El Islam y Europa son importantes para los turcos", que desde hace tiempo desean ingresar en la Unión Europea.
El autor de "Me llamo Rojo", "El libro negro", esa obra que deslumbró a Juan Goytisolo; o "Estambul, ciudad y recuerdos" contaba hoy que en cualquier manual de Historia de su país puede verse "una representación islámica de España y de Andalucía, y en todos los institutos de Turquía hay imágenes de la Alhambra o de la Mezquita de Córdoba".
Esta presencia significa "la manifestación del poder de la cultura islámica", pero también "ese vínculo entre el Islam y lo occidental", y él se interesa, "sobre todo, por esta segunda parte".
Este escritor que ha tenido serios problemas en su país por decir lo que piensa, pero que "siempre" seguirá "defendiendo la libertad de expresión", no pierde las esperanzas de que Turquía ingrese en la Unión Europea, si bien es consciente de que ambas partes "están un poco cansadas de este tema".
La Unión Europea, prosiguió, "está preocupada por su futuro y ya tiene bastante con eso. Turquía está preocupada por su democracia, su liberalismo y su libertad de expresión", subrayó.
En su opinión, fue la guerra de Irak lo que tuvo "repercusión negativa" en las ansias europeas de los turcos. "El prestigio de los Estados Unidos y de toda la sociedad occidental, a raíz de esa guerra, ha bajado mucho en Turquía y han perdido entusiasmo por este tema", añadió Pamuk.
"A pesar de todo ello, creo que el pueblo turco de verdad quiere unirse a la Unión Europea", aseguró.
Orhan Pamuk (Estambul, 1952) fue preguntado también por las esperanzas que tiene puestas media humanidad en Barak Obama. El escritor da clases cada año en la universidad estadounidense de Columbia y, de hecho, estaba allí cuando eligieron al nuevo presidente de Estados Unidos.
"Estoy encantado con esa elección, pero no invierto todas mis esperanzas en la humanidad en los presidentes de Estados Unidos", señaló.
Pero Pamuk es sobre todo novelista y ensayista, y hoy también se refirió a su nueva novela, "El museo de la inocencia", que Mondadori publicará en España en octubre.
Este libro, que en Turquía salió hace ocho meses, es fruto de "seis años" de trabajo y es "una consecuencia de los aspectos políticos turbulentos" que le ha tocado vivir.
A través de la historia de amor entre Kemal, un rico estambulí, y Füsun, una pariente lejana pobre, el escritor analiza la burguesía de clase alta de los años setenta, y refleja también "el deseo de poseer, de coleccionar".
"El museo de la inocencia" es una obra "muy compleja" y su autor está "encantado con ella. Es como una caja musical, arquitectónica, visual", pero en España todavía no se ha publicado y hoy prefería mantener "la boca cerrada".
Durante la preparación del libro, Pamuk recorrió museos, rastros y bazares de todo el mundo para inspirarse sobre la vida de sus personajes, y tiene previsto abrir un Museo de la Inocencia en Estambul.
De hecho, anoche estuvo trabajando con un arquitecto alemán, con el que está "diseñando el museo y preparando todos los temas muy a fondo".
A Pamuk le gusta coleccionar, pero no se obsesiona con ello. Y, por supuesto, no es de esos que "compran libros y luego no los leen". "Yo los leo, pero no los colecciono".
Su último libro publicado en España es "Otros colores" (Mondadori), un conjunto de ensayos, entrevistas y textos autobiográficos, que son como "fragmentos de vida que todavía no han encontrado su camino" en ninguna de sus novelas.
Y en marcha tiene ya un ensayo sobre el arte de hacer novelas, que presentará en otoño en Harvard, y una nueva novela "centrada en Estambul", su ciudad.
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