Este artículo se publicó hace 15 años.
"Pandorum" trae al festival el cine de naves espaciales y alienígenas
El cineasta alemán Christian Alvart se ha presentado hoy en el Festival de Cine Fantástico dentro de la sección Panorama con su filme "Pandorum", con el que ha llegado a Sitges el cine de ciencia-ficción con naves espaciales y alienígenas.
Alvart sitúa a la humanidad, o a lo que queda de ella, en una nave que pretende colonizar un lejano nuevo planeta, Tanis, a unos 800 millones de kilómetros de la Tierra y de aquí a 500 años.
En esa nave convive una tripulación, o lo que queda de ella, recién despertada de una larga hibernación, con otros habitantes humanos, cada uno destinado a ocupar una función en esa nueva sociedad, y con unos seres alienígenas, fruto de mutaciones humanas indeseadas.
En la presentación, Alvart ha remarcado que su filme no tiene nada que ver con "Alien", más allá de la coincidencia en que todo sucede en una nave y en que aparecen unos monstruos, "pero la luz y los decorados son diferentes".
A continuación, el director subraya las diferencias con la cinta de Ridley Scott: "En mi película la nave está estropeada y eso nos permite mostrar los cables como si fueran las venas de un ente orgánico, y la estructura de la nave como si fuera el esqueleto; y en cambio en 'Alien' la nave funciona".
"Pandorum", añade Alvart, "no describe tanto la exploración del espacio como la exploración en una cueva, como si los tripulantes fueran espeleólogos".
Alvart diseñó una historia metafórica de la situación que vive hoy día la Tierra: "La película muestra la nave y sus habitantes como un microcosmos, en el que faltan los recursos, como en nuestro planeta, en el que hay guerras, debates religiosos y morales".
"Las películas de ciencia-ficción siempre toman distancia de la situación actual para poder contemplar y criticar nuestra sociedad", señala el cineasta germano, quien se considera "un optimista muy cínico".
En "Pandorum", apunta el cineasta alemán, "se mezclan el darwinismo, la ley del más fuerte, con el sentimiento de solidaridad, de mantener una cultura, que encarna el Cabo Bower (Ben Foster).
En ese contexto, aclara, "los auténticos aliens somos nosotros, los humanos, y no los monstruos, y al final acabamos teniendo miedo de nosotros mismos".
Más que con "Alien", "Pandorum" puede tener similitudes con filmes como "Solaris", basado en el clásico de Stanislav Lem, con quien comparte la misma atmósfera claustrofóbica y la circunstancia de que los personajes no saben dónde están ni a qué se enfrentan.
Alvart no ha ocultado su sorpresa por "el buen resultado que han dado unos actores con trayectorias tan diversas, por lo que todos se vieron obligados a empezar de cero y trabajar en una misma dirección".
Ha elogiado el trabajo de Ben Foster, "un actor de método, que estaba en tensión, incluso cuando no rodábamos", y el de Dennis Quaid, "siempre de cachondeo, pero que cuando se ponía a grabar se metía en el personaje con total seriedad".
Al contrario que otros directores, Alvart quiso tenerlo todo muy planificado, para dedicar sus esfuerzos durante el rodaje a los actores, y por ello no es extraño que hiciera un 'storyboard' con más de 1.500 imágenes y que el equipo dibujara más de 3.000 bocetos.
Los efectos especiales, sin duda espectaculares, han sido creados por la prestigiosa factoría Stan Winston Studios ("Terminator", "Alien", "Jusassic Park" o "Iron Man).
El final abierto de "Pandorum" evidencia que habrá continuación, algo que el propio director ha confirmado: "Mi idea original era realizar tres películas, la presente; una precuela que explicara por qué se rompe la nave y de dónde vienen los dibujos que aparecen; y una secuela, que narra lo que les pasa a los personajes después de llegar a Tanis".-
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