Este artículo se publicó hace 11 años.
El Papa critica "cierto estilo católico propio del pasado"
En su primera exhortación apostólica, el pontífice aboga por el diálogo con otras religiones y por una "descentralización de la Iglesia".
El papa Francisco critica a los que están ligados a "cierto estilo católico propio del pasado" o a los tienen "un cuidado ostentoso de la liturgia", sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en las necesidades de la gente. Sin embargo, afirma que "no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura" sobre la cuestión del aborto, ya que "no está sujeto a supuestas reformas o modernizaciones.
Se trata de valoraciones del pontífice en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, de 142 páginas, la primera de Francisco tras los trabajos del Sínodo de Obispos, celebrado del 7 al 28 de octubre de 2012, dedicado a "la nueva Evangelización para la transmisión de la fe". El papa habla de los que se sienten superiores a otros, de los que en lugar del amor a la Iglesia y la búsqueda de la gloria del Señor, buscan la gloria humana y el bienestar personal.
Esta mundanidad es una supuesta seguridad doctrinal que da lugar a "un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar". En esta oscura mundanidad, en algunos casos, hay "un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el pueblo fiel de Dios".
Y subraya la necesidad de hacer crecer la responsabilidad de los laicos, mantenidos hasta ahora al margen de las decisiones por "excesivo clericalismo".
Las mujeres en la Iglesia católicaEl pontífice cierra a las mujeres cualquier posibilidad de sacerdocio, pero considera "que deben tener mayor espacio y una presencia más incisiva" en la Iglesia católica.
El papa asegura al introducir el tema que "la Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad" pues "la sensibilidad, la intuición y unas capacidades peculiares suelen ser más propias de las mujeres que de los varones". Entre ellas, el papa cita la "especial atención femenina hacia los otros, que se expresa de un modo particular, aunque no exclusivo, en la maternidad".
Jorge Bergoglio, explica que ya hay mujeres que comparten responsabiliades pastorales junto con los sacerdotes, pero también reconoce que es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia.
Para el papa "las reivindicaciones legítimas" de los derechos de las mujeres sobre su igualdad con los hombres plantean a la Iglesia profundas preguntas "que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente".
Eso sí, Bergoglio subraya que lo que no se puede cambiar es que "el sacerdocio está reservado a los varones, como un signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía" y que se trata "de una cuestión que no se pone en discusión".
El papa recuerda que en la Iglesia las funciones (como el dar la Eucarístia, etc) "no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros" y recuerda que "una mujer, María, es más importante que los obispos".
En su exhortación, el papa también dedica amplio espacio a los jóvenes y pide que se les dé más protagonismo. Explica que ante los cambios sociales que se han producido, los jóvenes no suelen encontrar en las actuales estructuras de la Iglesia católica respuestas a sus inquietudes, necesidades, problemáticas y heridas.
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