El Papa Benedicto XVI, en un intento de echar tierra sobre la controversia surgida a raíz de que un obispo negara el Holocausto, dijo el jueves que "cualquier negación o minimización de este terrible crimen es intolerable", especialmente cuando procede de un clérigo.

El Papa hizo estos comentarios en su primera reunión con una delegación judía desde la controversia que comenzó a finales de enero cuando el obispo tradicionalista Richard Williamson negó el alcance del Holocausto y dijera que no hubo cámaras de gas.

El Papa dijo a los líderes judíos: "El odio y desprecio por los hombres, mujeres y niños que se manifestó en la Shoah (el Holocausto) fue un crimen contra la humanidad. Esto debería quedar claro para todos, especialmente para aquellos que siguen la tradición de las Sagradas Escrituras".

Benedicto XVI confirmó que estaba planeando visitar Israel, un viaje que según fuentes del Vaticano se prevé para mayo.

El pontífice recordó su visita al campo de concentración de Auschwitz en 2006 y, en una de las intervenciones más contundentes sobre el Holocausto y las relaciones con los judíos, dijo: "Rezo fervientemente por que el recuerdo de este crimen apabullante refuerce nuestra determinación para sanar las heridas que durante demasiado tiempo han mancillado las relaciones entre cristianos y judíos".

Repitió la oración que el difunto Papa Juan Pablo II usó cuando visitó el Muro en Jerusalén y pidió perdón a los judíos por la persecución cristiana que habían sufrido en los últimos siglos. "Ahora yo mismo pronuncio esa oración", añadió el pontífice alemán.

"Este capítulo terrible de nuestra historia (el Holocausto) nunca debe olvidarse", dijo el Papa a la delegación judía de la Conferencia de Presidentes de Organizaciones Judeo estadounidenses, añadiendo que esperaba que las relaciones entre católicos y judíos puedan ahora reforzarse.

Las relaciones entre católicos y judíos se han vuelto extremadamente tensas desde el 24 de enero, cuando Benedicto XVI readmitió a cuatro obispos negacionistas, en un intento de sanar un cisma que comenzó en 1988 cuando fueron ordenados sin el permiso del Vaticano.

Williamson dijo a la televisión sueca en una entrevista difundida el 21 de enero: "Creo que no hubo cámaras de gas".

Añadió que no más de 300.000 judíos perecieron en los campos de concentración nazis, en lugar de los seis millones que aceptan la mayoría de los historiadores.