El papa Benedicto XVI expresó hoy su apoyo a los contingentes militares en misiones de paz que, como el italiano en Afganistán, han sufrido bajas recientemente, y a la promoción de la solidaridad entre naciones para luchar contra la violencia y la muerte.

En su habitual rezo del Ángelus dominical desde el palacio apostólico de Castel Gandolfo, próximo a la capital de Italia, el Pontífice tuvo un especial recuerdo para los seis militares italianos fallecidos el pasado jueves en Kabul en un atentado terrorista, cuyos cuerpos sin vida llegaron hoy a Roma.

"Por las numerosas situaciones de conflicto que existen en el mundo nos llegan, casi cotidianamente, trágicas noticias de víctimas ya sea entre los militares o entre los civiles. Son hechos a los que nunca podemos habituarnos y que suscitan profunda reprobación, además de desconcierto, en las sociedades que tienen en su corazón el bien de la paz y de la convivencia cívica", dijo el Papa.

"En estos días, la noticia del gravísimo atentado en Afganistán contra algunos militares italianos me ha provocado un profundo dolor. Me uno con el rezo al sufrimiento de los familiares y de las comunidades civiles y militares", añadió.

Benedicto XVI quiso este domingo unirse además con el pensamiento a "los otros contingentes internacionales que también recientemente han tenido víctimas y que operan para promover la paz y el desarrollo de las instituciones, tan necesarias para la coexistencia humana".

"Deseo aquí también renovar mi apoyo a la promoción de la solidaridad entre naciones, para luchar contra la lógica de la violencia y la muerte, favorecer la justicia, la reconciliación, la paz y apoyar el desarrollo de los pueblos, partiendo del amor a la comprensión mutua", incidió el Obispo de Roma.

"En nuestros días, quizá por ciertas dinámicas propias de la sociedad de masas, se constata a menudo un carente respeto por la verdad y por la palabra dada, junto a una difusa tendencia a la agresividad, al odio y la venganza", agregó.

El Papa recordó además que el próximo sábado emprende un viaje oficial de tres días por la República Checa, en el que seguirá, dijo, los pasos de su predecesor, Juan Pablo II, que visitó el país centroeuropeo en tres ocasiones.

Allí Benedicto XVI, quien fue muy aplaudido cuando tuvo que interrumpir su discurso por no poder pasar la página del texto, también rendirá "homenaje a los heroicos testimonios del evangelio, antiguos y recientes, y animará a todos a seguir adelante en la caridad y en la verdad".

"La República Checa se encuentra geográficamente e históricamente en el corazón de Europa y, tras atravesar los dramas del siglo pasado, necesita, como todo el continente, encontrar la razón de la fe y la esperanza", comentó el Pontífice.

Ya en español, el Papa se dirigió a los peregrinos de habla hispana presentes en Castel Gandolfo y, en especial, al grupo de oficiales de la Academia Superior de la Policía Nacional de Colombia.