El Papa pide a Brasil que proteja a la familia y reitera el derecho del embrión a nacer

El Papa ha pedido al Gobierno de Brasil que fomente los valores humanos fundamentales, la familia y la protección del ser humano desde el momento de su concepción hasta la muerte natural y ha exigido, respecto a los experimentos biológicos, que se proteja el derecho del embrión a nacer.

Benedicto XVI dirigió un discurso al nuevo embajador de Brasil ante la Santa Sede, Luis Felipe de Seixas Correa, que hoy presentó sus cartas credenciales, y en el que resaltó las buenas relaciones entre la Santa Sede y Brasil.

"Deseo reiterar mi esperanza de que Brasil, siempre fiel paladino de la defensa de la dignidad humana, continúe fomentando y divulgando los valores humanos fundamentales, sobre todo cuando se trata de reconocer de manera explícita la santidad de la vida familiar y la salvaguardia del ser humano desde el momento de su concepción hasta su muerte natural", dijo el Papa en portugués.

El Papa Ratzinger mostró su satisfacción por las políticas de desarrollo, de lucha contra la pobreza y de renovación tecnológica puestas en marcha por las autoridades brasileñas y alentó para que prosiga una mejor distribución de la renta "y se fortalezca una mayor justicia social para el bien de la población".

Benedicto XVI advirtió contra los "peligros" del consumismo y del hedonismo y dijo que los anteriores junto a la falta de sólidos principios que guíen la vida de los ciudadanos "hacen vulnerables a las estructuras de la sociedad brasileña y de la familia".

El Papa reiteró al nuevo embajador el deseo de la Iglesia de cooperar con las autoridades brasileñas y subrayó que el reciente acuerdo que define el estatuto jurídico civil de la Iglesia en Brasil y regula las relaciones bilaterales "facilite el libre ejercicio de la misión evangelizadora de la Iglesia".

Benedicto XVI pidió al embajador que transmitiera al presidente brasileño, Lula da Silva, su "estima" y sus mejores deseos de felicidad y paz, buena acogida y pidió a la patrona de Brasil, la Virgen de Aparecida, que interceda por el pueblo brasileño, al que mandó su bendición.