Este artículo se publicó hace 12 años.
Papadimos: Hoy se decide si el país sigue en la eurozona y la UE
El primer ministro griego, Lukás Papadimos, advirtió hoy a los diputados, antes de votar sobre el acuerdo con la troika, que del voto positivo depende la continuidad de Grecia en la eurozona y la Unión Europea (UE).
"Hoy se decide si el país seguirá en una Europa unida y en la zona euro", afirmó en su discurso el primer ministro, el último antes de que proceder a la votación en el hemiciclo.
El exvicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) dijo que "el Parlamento debe tomar decisiones críticas" y que está seguro de que nadie en el Legislativo duda de la importancia de la decisión de hoy.
Igualmente, reconoció que "la crisis que empezó como crisis de la deuda se ha transformado en una crisis económica y social y últimamente en una crisis nacional".
Simultáneamente, las televisiones nacionales emitían imágenes de varias columnas de humo que se elevaban sobre Atenas, tras los violentos disturbios vividos hoy en los que resultaron heridas más de un centenar de personas y fue incendiada una decena de edificios.
Aún así y a pesar de la oposición que despiertan las medidas de austeridad exigidas por la troika (CE/FMI/BCE), Papadimos las justificó con que la reducción de salarios "ayudará a crear empleo a medio plazo", "por muy extraño que pueda sonar".
También dijo que la reducción de las pensiones ayudará a los jubilados, también "a medio plazo".
"En los últimos dos años el país consiguió reducir el déficit de 24.000 millones de euros a 5.000 millones de euros y recuperar un tercio de la competitividad perdida", explicó.
"Si todo va bien en 2013, es posible que haya los primeros signos de recuperación", añadió.
Por ello instó a votar a favor del acuerdo con la troika y, así, recibir un préstamo de 130.000 millones de euros que evitará, de momento, la suspensión pagos del país, pues "declarar la bancarrota sería una injusticia" hacia Grecia.
"Con el voto de hoy aseguramos el futuro de nuestra patria", declaró.
Unas horas antes, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, había instado al Parlamento a votar a favor del acuerdo con la troika porque, otra cosa, sería un error histórico.
"La nación nunca nos perdonará si no hacemos nuestro deber", afirmó en el hemiciclo, poco antes de votarse el polémico memorándum que permitirá a Grecia recibir un nuevo préstamo de al menos 130.000 millones de euros a cambio de draconianas medidas de austeridad.
La "única solución", dijo el ministro griego, "es la viabilidad política, social y económica del país" que aportará el nuevo acuerdo.
El pacto con la troika, explicó Venizelos, permitirá reducir en 100.000 millones de euros la actual deuda del país (unos 360.000 millones de euros), reducirá los intereses que paga Grecia (de unos 3.500 millones de euros anuales) y permitirá alargar hasta 40 años los plazos de devolución de la deuda.
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