Legisladores rumanos aprobaron el martes un voto de censura contra el Gobierno de minoría de centro, avivando el fantasma de mayor inestabilidad política, que podría amenazar el acuerdo del país con el FMI.

Los centristas permanecerán en el poder hasta que el Parlamento apruebe un nuevo Gobierno, algo que según analistas sólo podría ocurrir después de la elección presidencial del 22 de noviembre, la cual ha polarizado a grupos políticos y comenzó este mes una repentina división de la coalición.

Esto podría implicar dificultades para cumplir los términos para el paquete de ayuda de 20.000 millones de euros que consiguió Rumanía este año del Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentar la crisis financiera o enfrentar retrasos en la preparación del presupuesto estatal 2010, dicen economistas.

La oposición de liberales e izquierdistas está deseosa de adjudicar la responsabilidad de una dolorosa recesión, pérdida de trabajos y la caída de los sueldos al primer ministro Emil Boc, quien es un cercano aliado del presidente Traian Basescu, actualmente favorito para la elección.

"¿Qué es más importante, el intento de reelección del presidente y la batalla política o millones de personas que perdieron sus trabajos y una frágil economía desmoronándose? La respuesta es clara", dijo al Parlamento el político liberal Eugen Nicolaescu antes de la votación.

Los diputados aprobaron la moción por 258 a 176 votos.

Rumanía, un Estado balcánico relativamente pobre de 22 millones de personas, pasó por un duro revés económico durante el último año debido a la crisis financiera mundial.

A causa de las escasas políticas económicas pasó de ser la economía de crecimiento más rápido de la Unión Europea y un atractivo destino para inversionistas extranjeros a una zona problemática y necesitada de asistencia.