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El parón en la obra deja en la calle a 58.000 extranjeros

El desempleo en inmigrantes en la construcción se ha doblado en el último año

SUSANA HIDALGO

La crisis de la construcción ya se está cobrando sus primeras víctimas entre los inmigrantes que durante el boom se encargaron de levantar a destajo infraestructuras y viviendas. Según los últimos datos del Inem, actualmente hay 58.020 obreros extranjeros sin trabajo, un 92,1% más que en febrero del año 2007, cuando no tenían trabajo 30.208. El perfil de los extranjeros desempleados corresponde a un  hombre mayor de 25 años. En total, 376.700 inmigrantes aún conservan su empleo en la construcción en España.  

La falta de movimiento en el tajo se nota a primera hora en la plaza de Atocha (Madrid). En este lugar los inmigrantes esperan a ser recogidos en furgoneta y llevados a trabajar a una obra sin contrato. El martes pasado había más de una veintena que se habían quedado en paro tan sólo una semana antes.

Además, los datos generales de desempleo entre los inmigrantes señalan que, en total, el pasado febrero había 258.365 extranjeros en paro, un 53,8% más que un año antes y un 7,3% por encima de la cifra del pasado mes de enero, según el Ministerio de Trabajo. No es la construcción la que sale peor parada,  el desempleo en la agricultura ha aumentado un 130,9%. Andalucía y Murcia son las zonas más afectadas.

Búsqueda de alternativas

Tras los datos, algunos personajes públicos han aprovechado el momento para meter miedo, como el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi (PP), que durante la precampaña afirmó: “Cuando la construcción falle, muchos inmigrantes tendrán que delinquir para vivir”. Y más reacciones: El presidente de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, aseguró el pasado diciembre que, ante el final del ciclo inmobiliario, los obreros inmigrantes tendrán que recibir una nueva formación para que puedan encontrar empleo “en otras actividades económicas”.

Calma y ayudas

Las asociaciones de inmigrantes piden calma y medidas para ayudar a este sector. Para Esteban Cancelado, portavoz de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes Ferine, “habría que ampliar los meses de derecho a paro, porque la crisis no tiene pinta de que vaya a remitir en mucho tiempo”. “Y necesitamos que nos ayuden a reubicarnos en otro tipo de empleos. El inmigrante no trabaja donde quiere, sino donde le dicen que trabaje. Para cambiar de sector son imprescindibles los cursos y los talleres gratuitos”, advierte. El mismo apoyo solicitan desde la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (Atime).

Cuidando ancianos

Con los hombres en paro, Aida Quintanoa, presidenta de la asociación ecuatoriana Conadee asegura que ahora son las mujeres las que sacan adelante a la familia. “Los solteros lo están pasando realmente mal porque no tienen ningún apoyo económico. Ahora los hombres están trabajando en labores que antes no hacían como el cuidado de ancianos”, señala Quintanoa, que también pide “formación para los inmigrantes en temas administrativos”. En Conadee exigen una reunión a tres bandas entre los empresarios españoles, las asociaciones de inmigrantes y la administración pública.

Javier Ramírez, portavoz de la organización SOS Racismo, denuncia la creación de loq ue él llama “nichos laborales”. “Con la Ley de Extranjería sólo se han dado permisos de trabajo en los sectores económicos donde no había paro, es decir, en la construcción, y eso ha condenado a los inmigrantes a trabajar en ese nicho laboral que ahora se desploma”, concluye.

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