Este artículo se publicó hace 13 años.
Partidarios de Rubalcaba y Chacón rechazan un tándem
La ministra de Defensa decidirá si se postula a la vista de los apoyos que reciba y del clima interno en el PSOE tras las elecciones del 22 de mayo
Gonzalo López Alba
Las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo son un factor de influencia multidimensional en el proceso de sucesión abierto en el PSOE con la renuncia de José Luis Rodríguez Zapatero a repetir como candidato presidencial en 2012. No sólo impulsaron la presión de los barones para acelerar el anuncio de la marcha del jefe del Ejecutivo, por temor a que el PP las convirtiera en un plebiscito sobre la gestión del presidente, sino que también contribuyeron a decantar la elección por este del momento para comunicar su decisión ya que, atendidos sus requerimientos, los dirigentes territoriales no podrán descargar sobre él la responsabilidad de un varapalo electoral. Y, además, los resultados de esta cita en las urnas influirán en el planteamiento y desarrollo de las primarias que se convocarán el 28 de mayo para elegir el nuevo cartel electoral del PSOE, admiten fuentes socialistas.
El influjo del 22-M en el proceso interno del PSOE será, cuando menos, doble. Por una parte, actualizará la cuota de poder de cada secretario regional para participar en la gestión de la herencia de Zapatero y, llegado el caso, determinará su capacidad de tutelar hasta donde es posible siendo individual y secreto el voto de los militantes de su federación para elegir al sucesor. Por otra parte, condicionará la decisión de la ministra de Defensa, Carme Chacón, o de cualquier otro posible aspirante, para dar el paso de postularse como alternativa a Alfredo Pérez Rubalcaba, que parte como el candidato oficial o del aparato.
Los sectores que se disputan la sucesión miden sus fuerzas de modo soterrado
Los baronesPara que sean los afiliados los que decidan directamente con su voto tendrán que concurrir, al menos, dos candidatos. Pero, antes de llegar a ese momento, la elección del sucesor de Zapatero se intentará encauzar mediante concilio de los barones y no todos saldrán igual del 22-M: unos se verán reforzados y otros debilitados.
Un clima de apoyo ampliamente mayoritario a Rubalcaba, como el que han intentado generar sus partidarios desde que fue señalado con su ascenso al cargo de vicepresidente primero, debería hacer desistir a cualquier otro dirigente. De momento no ha sido así, pero las espadas siguen en alto.
Si Chacón no se presenta, la mayoría no cree que surja otro candidato
El 65% de los votos para unas primarias se concentra en tres territorios donde se celebran elecciones municipales y autonómicas País Valencià, Madrid y Castilla-La Mancha y en otros tres donde los comicios sólo serán municipales Andalucía, Catalunya y Galicia. Aunque ese porcentaje derivado del número de militantes no se verá alterado cuantitativamente, está en juego el ascendente de Jorge Alarte, Tomás Gómez, José María Barreda, José Antonio Griñán, Pachi Vázquez y del PSC, con dirección interina, como el del resto de los barones.
Sus posiciones de partida son muy dispares porque unos acuden a las elecciones desde el Gobierno y otros desde la oposición. Unos comparecen como candidatos y otros sólo como máximos responsables autonómicos del PSOE, unos se sienten próximos a Rubalcaba y otros se identifican más con Chacón. Pero las primarias de 1998 que enfrentaron a Joaquín Almunia y Josep Borrell, como las más recientes entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez, y el mismo congreso en el que fue elegido por primera vez Zapatero, demuestran que, cuando hay un clima de fin de ciclo, las bases tienden a llevarle la contraria a los aparatos e ir por libre, con independencia de su adscripción territorial.
Los candidatosLos barones se juegan el 22-M su capacidad de influir en la sucesión
Aunque los dos candidatos in péctore mantienen un pacto no escrito para aparcar la batalla sucesoria hasta que pase el 22-M, el recuento oficioso de apoyos comenzó antes del anuncio oficial de la retirada de Zapatero y proseguirá durante la campaña. De hecho, dada la intensa participación de ambos, puede considerarse que la campaña para las elecciones de mayo es también una precampaña para las primarias. La coincidencia les permite a ellos tomar el pulso de los apoyos con los que pueden contar y a la militancia conocerlos más de cerca que nunca.
Pero si la candidatura del vicepresidente se da por descontada, aunque entre sus partidarios se haya flirteado con la idea de que no aceptaría ser el candidato si tenía que competir en unas primarias, la de Chacón aún está en el aire.
Partidarios de Rubalcaba sostienen que la ministra no presentará su candidatura, sino que "sólo amaga" porque "busca crecer y ocupar espacio político", pero los que alientan una alternativa al vicepresidente dicen verla "en buena disposición" para postularse como alternativa.
Blanco pone su "contador a cero" con la marcha de Zapatero
Antes, contrastará "si hay agua en la piscina" y analizará las consecuencias del 22-M. No dará el paso si llega a la conclusión de que sería barrida por Rubalcaba o si se produce un batacazo electoral que genere un clima contrario a cualquier disputa interna, aunque se trate de una competición democrática como son las primarias. Aquí surge la idea del ticket electoral.
El tándemLa posibilidad de que formen un tándem es descartada por la mayoría de sus respectivos partidarios. Para unos se trata de "un invento" y para otros de "una trampa", aunque también hay quien defiende esta fórmula con el argumento de que se trata de "no debilitar al partido ni a ninguno de los dos, porque los dos son buenos candidatos". Y añaden que a quien tienen que enfrentarse en 2012 "es al PP".
La opción del tándem se la planteó José Bono a José Luis Rodríguez Zapatero en 2000. La propuesta fue que el segundo retirara su candidatura a la secretaría general del partido a cambio de ser el portavoz parlamentario. Pero este reparto tenía el fundamento de que Bono no era diputado y Zapatero sí. El tándem ahora sería más difícil de plasmar porque, además de la falta de tradición en España, Chacón no renunciaría al número uno por Barcelona para ser el dos por Madrid y cualquier otro acuerdo sería "pájaros volando". En la situación actual, sólo Zapatero tendría capacidad para propiciar un acuerdo de esa naturaleza, aunque ha reivindicado las primarias y se ha comprometido a garantizar la igualdad de oportunidades.
Es en este escenario en el que, con el argumento de que así se evitaría la bicefalia, han vuelto a aflorar las presiones para adelantar al otoño el congreso que debe elegir al secretario general del partido. Eso blindaría a Rubalcaba, si es elegido candidato, y cortaría a Chacón la opción de no disputar las primarias y sí el posterior congreso si hay derrota electoral. Pero Zapatero lo ha descartado porque, anunciada ya su retirada, lo dejaría desnudo hasta que llegue 2012 y le impediría ejercer hasta entonces el papel de árbitro que se ha reservado.
Chacón, de momento, sigue las huellas de Zapatero en 2000. A saber: ni esconder a Zapatero ni esconderse detrás de él, como hizo Zapatero con González; calibrar si tiene apoyos reales para dar una batalla ganadora antes de anunciar su candidatura, y perfilar su opción en torno a las ideas antes que a la persona.
Si ella no da el paso, la mayoría cree que no surgirá ningún otro candidato, aunque pueda haber "tentaciones individuales". "Rubalcaba y Chacón ya representan el 90 o el 95% de lo que hay dentro del PSOE", se explica. Además, las distintas sensibilidades ya están polarizadas en torno a esos dos nombres.
El tercer hombreEn el pulso por la herencia de Zapatero aparece con fuerza propia un tercer nombre, el de José Blanco. El vicesecretario general se ha descartado para ser candidato electoral, pero no para dirigir el partido. "El día que Zapatero se vaya, pondré mi contador a cero", ha comentado el ministro de Fomento, quien también ha declarado que será "absolutamente neutral, pero no indiferente" en las primarias.
Blanco no ha dicho en público cuál es su preferencia, pero es un secreto a voces que se inclina por Rubalcaba, con el que algunos dicen que "tiene una UTE (Unión Temporal de Empresas)".
El vicesecretario es la referencia para una gran mayoría de secretarios regionales, pero también hay quien advierte de que, llegados a unas primarias, "los únicos que tienen acciones son los militantes y los candidatos".
La fechaLa fecha exacta para abrir el proceso de primarias aún está por decidir y se establecerá en el Comité Federal del 28 de mayo, pero eso no quiere decir que comience al día siguiente.
La previsión que se maneja en la Ejecutiva es que, si hubiera más de un candidato, la votación no se produciría antes del 26 de junio o el 3 de julio. A esta previsión contribuye el hecho de que, de acuerdo con la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, los cargos electos en los comicios municipales no serán proclamados antes del 6 de junio y los ayuntamientos no se constituirán hasta el 11 de junio, si no hubiera impugnaciones, o el 1 de julio, si las hubiera.
Hasta entonces, dada la fuerte implantación municipalista del PSOE, "el partido" estará ocupado y preocupado por estos procesos, lo que lleva a algunos dirigentes a defender que sería mejor esperar a que pasen esas fechas para abrir el proceso interno. Aun así, hay tiempo suficiente para cumplir con la previsión establecida por Zapatero de concluir todo el proceso antes del verano.
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