Este artículo se publicó hace 14 años.
Trabajo de parto inducido duplicaría riesgo de necesitar cesárea
Por Amy Norton
Las madres primerizas a las quese les induce el trabajo de parto podrían necesitar una cesáreamás que las que inician ese proceso naturalmente.
Un estudio sobre 7.800 madres primerizas atendidas en unhospital en Estados Unidos reveló que aquellas a las que se leshabía inducido el trabajo de parto fueron dos veces más propensasa tener una cesárea.
El 44 por ciento de las participantes tuvieron un trabajo departo inducido y los autores estimaron que las fallas en esainducción causaron el 20 por ciento de las cesáreas realizadas.
Los resultados, publicados en Obstetrics & Gynecology,confirman la relación entre la inducción del trabajo de parto yel aumento del riesgo de necesitar una cesárea.
Eso es importante porque, si bien la cesárea es unprocedimiento seguro, demanda más tiempo de recuperación que elparto vaginal y tiene ciertos riesgos, como la formación decoágulos sanguíneos, infecciones en la incisión o en las paredesuterinas, y dificultades respiratorias en el bebé.
Las tasas de inducción del trabajo de parto y de cesáreasestán creciendo en Estados Unidos desde la década de 1990. Lainducción aumentó del 10 por ciento de los partos en 1990 al 22por ciento en el 2006. En el 2007, un tercio de todos los partosfue por cesárea.
Los resultados sugieren que fijar más límites a la inducción"electiva" reduciría la cantidad de cesáreas en el país, según ladoctora Deborah B. Ehrenthal, del Christiana Care Health System,en Newark, Delaware.
Hay circunstancias en las que se aconseja inducir el trabajode parto. Por ejemplo, cuando el embarazo supera las 41 semanas,dijo Ehrenthal a Reuters Health.
Un embarazo dura unas 40 semanas y la gestación prolongada o"postérmino" eleva el riesgo de ciertas complicaciones, como elparto de feto muerto.
Según el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología,la inducción del trabajo de parto estaría aceptada en embarazadascon hipertensión, diabetes gestacional, o cuando "rompen bolsa"sin que el trabajo de parto comience espontáneamente.
La inducción electiva ocurre sin un motivo médico, sino porcomodidad o cuando el embarazo avanzado produce molestias físicaso la mujer quiere asegurarse de que su médico atienda el parto.
El 40 por ciento de las inducciones en el estudio fueronelectivas, según las historias clínicas de las embarazadas. Elequipo consideró que las inducciones sin un motivo clínico fueronelectivas.
No se puede concluir cuál sería la cantidad "correcta" deinducciones en las participantes, o las embarazadas en general,indicó Ehrenthal. "¿Hacíamos el número indicado hace 15 años oahora? No sabemos", agregó.
Lo importante para las embarazadas es comprender los motivosy los riesgos potenciales de todos los tipos de partos. "Es muyimportante tener un diálogo franco con el médico sobre todas lasopciones disponibles", sostuvo la autora.
FUENTE: Obstetrics & Gynecology, julio del 2010.
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