Los siete médicos detenidos el pasado lunes por su supuesta relación con la red de abortos ilegales han pasado esta mañana a disposición judicial para declarar ante el juez sobre su presunta participación en la trama dirigida por el doctor Carlos Morín desde las clínicas del grupo Gimenedex.

Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, poco antes de las 10.00 horas de la mañana los siete detenidos -dos psiquiatras, dos anestesistas y tres ginecólogos-, han abandonado las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil y han sido trasladados ante la titular del juzgado de instrucción número 33 de Barcelona.

Los siete arrestados en esta segunda fase de la operación eran supuestamente colaboradores externos de la trama y se encargaban, entre otras funciones, de revestir de legalidad la actuación ilícita de esta red, firmando, si era necesario, informes médicos sin haber visitado a la paciente o falsificándolos.

Entre los detenidos figuran los anestesistas A.C. y E.S., que trabajaban en el Hospital de Sant Pau de Barcelona y acudían a las clínicas de Morin para ayudarle a practicar las intervenciones, así como P.J.R.M., un psiquiatra que trabajaba a tiempo parcial en la cárcel de Can Brians, contratado por el consorcio hospitalario de Terrassa (Barcelona).

También figura entre los detenidos el ginecólogo Tomás P.P., un antiguo colaborador de Morín que actualmente era vocal de la sección de Tocoginecólogos del Colegio de Médicos de Barcelona.

Esta trama dedicada supuestamente a la práctica de abortos ilegales, especialmente en mujeres en avanzado estado de gestación, fue descubierta a raíz de un reportaje de la televisión danesa y se investigó en España tras una querella presentada por la asociación católica e-cristians.

De los seis detenidos en la primera fase de la operación, la juez decretó el pasado 30 de noviembre prisión para Morín, su esposa, María Luisa D.S., y para María Virtudes S.V., trabajadora de una de las clínicas del grupo y estrecha colaboradora del principal imputado.