Las patrullas de ultras inquietan a los italianos

La formación de un grupo derechista en Italia que aspira a patrullar las calles con un uniforme inspirado en los paramilitares de la época fascista y con un símbolo nazi en bandolera ha vuelto a poner en cuestión la futura norma que legalizará las rondas urbanas de vigilantes voluntarios.

Los tribunales de Turín y Milán han abierto diligencias contra el grupo ultranacionalista, llamado Guardia Nacional Italiana, mientras que la oposición y el principal sindicato de Policía han acusado al Gobierno de Berlusconi y en especial a su ministro del Interior, Roberto Maroni, de alimentar a estos y otros grupos parapoliciales y de poner en riesgo la seguridad ciudadana con la ley que tramita el Parlamento para darles cobertura legal.

El ministro, en cambio, piensa que hay que "dar a las rondas ciudadanas" una connotación positiva, y asegura que cuando se apruebe la ley nadie podrá exhibir símbolos fascistas. En las elecciones europeas, su partido, la Liga Norte, recogió el 10% de los votos, más del doble que un año antes, por su discurso a favor de las patrullas y en contra de la inmigración clandestina.

En Italia, el fenómeno de grupos de voluntarios que recorren las calles para complementar la labor policial está en plena efervescencia. Hay decenas de ellos en varios puntos del país; unos más estables, otros que nacen espontáneamente tras un episodio de violencia en algún barrio.

Uno de los pioneros es City Angels, formado en 1994, durante el primer mandato del primer ministro, Silvio Berlusconi.

"Proteger a la gente"

Su presidente, Mario Furlan, explica a Público que el grupo consta de 400 voluntarios en 15 ciudades, vestidos de rojo, y a quienes une "el objetivo de dar un servicio a la comunidad y proteger a la gente". Sólo están autorizados a intervenir para ayudar a personas en dificultades o señalar a la policía un problema. Poco después nació la Guardia Padana, promovida por la Liga Norte, con uniforme de boinas verdes. Y este fin de semana surgió la Guardia Nacional, con el aguila imperial del dictador Benito Mussolini y con un sol negro como el de los nazis, aunque niegan ser fascistas.

El ministro Maroni, de la Liga Norte, ha impulsado una norma que pretende "poner orden y establecer reglas claras" y que ahora mismo está en el Senado. A partir de ahora, todos los grupos que quieran vigilar las calles "no podrán ir armados ni circular en vehículos; tampoco podrán estar asociados a partidos o exhibir símbolos", explica una portavoz.