Este artículo se publicó hace 15 años.
Paz, descanso y silencio en los hoteles de campo de Baleares
Descansar en un agroturismo es la mejor manera de disfrutar del paisaje mediterráneo -con el fondo siempre perpetuo del mar-, de la tranquilidad del campo y del trato exquisito y siempre familiar de los isleños.
Rodeados de higueras, almendros y algarrobos, en medio de una finca de olivos de la sierra de Tramuntana, cerca de alguna cala virgen de Ibiza o próximo a algún resto talayótico de Menorca, cualquier lugar puede convertirse en excepcional si uno busca perderse unos días en el entorno rural de Baleares y encuentra acomodo en una casa de agroturismo.
Más allá de lo que uno espera encontrar en cualquier alojamiento rural -rusticismo, sencillez, austeridad...-, los agroturismos de Baleares poco tienen que envidiar a cualquier hotel urbano de lujo, la gran mayoría más bien parecen casas de campo de alto nivel. Ocupan construcciones tradicionales centenarias, conocidas aquí como possessió, se emplazan en amplias explotaciones agrícolas, ganaderas o forestales, la gran mayoría todavía en actividad, y cuentan con unas completas instalaciones -piscinas, jardines, spa...-, con el añadido de que sus propietarios brindan lo mejor de sí mismos a sus huéspedes: desayunos caseros con productos de la tierra, atenciones especiales y un buen número de servicios.
Más de tres décadas de trabajo y esfuerzo llevan los propietarios de Ca Na Xini dedicados en cuerpo y alma a su finca familiar de Menorca. Aquí uno viene a relajarse, pero no faltan cosas que hacer ni que ver, como contemplar o participar en el trabajo de la quesería, en la que cada día se sigue elaborando queso de forma manual, o en la producción de vino y de aceite de oliva.
Los agroturismos de Baleares poco tienen que envidiar a cualquier hotel urbano de lujoMás de 300 ovejas pastan en las 77 hectáreas de la finca Ca'n Faveta , situada encima de una colina muy cerca de Alcúdia y con vistas, desde la piscina, al cap de Formentor. Además de dormir en una tradicional construcción del siglo XVI, los 12 huéspedes tienen a su disposición un pequeño huerto donde pueden recoger, según la época del año, los frutos y hortalizas que en él se cultivan para después preparar una comida típicamente mediterránea.
Máximas comodidades y exquisita decoración son la apuesta de Puig Moltó , en Montuïri. Ocupa una de las antiguas possessió del Pla de Mallorca y se emplaza en medio de una finca de 35 hectáreas de extensión que hacen de este lugar un lugar ideal para quien ama la naturaleza y busca la paz.
En Ibiza también los agroturismos se reparten por toda la isla. Hay para todos los gustos. En San Antoni de Portmany, dos recomendaciones: Can Pujolet o Can Lluc; en San Joan de Labritja: Ca n'Escandell o Can Gall, y en Santa Eulària des Riu: los lujosos Cas Gasi o Can Domo.
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