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Pedro Sorela hace del viaje un ejercicio literario en su último libro

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El escritor Pedro Sorela, viajero impenitente, nieto de explorador e hijo de viajeros, da una vuelta de tuerca más en su propuesta literaria con "Historia de las despedidas", un libro de relatos donde el poso que deja el viaje es fuente de inspiración para un mundo poblado de metáforas y símbolos.

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"Historia de las despedidas", editado por Alianza, es el último libro de relatos de Sorela tras "Ladrón de árboles" y "Cuentos invisibles" y, en él, este autor, que divide su tiempo entre la escritura y la enseñanza de la misma en la Universidad, pone de relieve que "todo viaje es una despedida".

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"La cima del viaje es la despedida. De pronto, la despedida es fulminante, igual de fulminante que estos cuentos", que a la vez todos ellos son una unidad y cada uno de ellos puede ser una novela", comenta a Efe este autor.

Así, estas narraciones, que se mueven sin fronteras por Nuevo México, el desierto del Sáhara, París, Hungría, Portugal, Nueva Delhi, Florencia, Venecia o Guatemala, tienen unos protagonistas que han recompuesto en la mente del autor el viaje que en su día él hizo, y muestran al lector su manera de contar un viaje.

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Novelista y ensayista, el escritor Pedro Sorela ve en sus cuentos un ejercicio de literatura que cada vez se perfila más y que cada vez resulta más ambicioso, como en el caso de este libro, donde se propone ir más allá e inventar nuevas fórmulas para ir depurando el lenguaje.

"Este libro, para mí, resulta muy ambicioso. Yo viajaba, y mucho, y tomaba notas de pura referencia y de información, pero dejaron de ser satisfactorias, y en Budapest me propuse escribir notas de creación con los elementos del día", añade el autor de "Aire de mar de Gador", que se siente cómodo con esta fórmula, que considera "más depurada".

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"Me interesa encontrar el espíritu del lugar a partir de la esencia, y que todos los cuentos estén unidos por la mirada única del narrador", añade el escritor, cuyos breves cuentos de una gran intensidad literaria no dejan de sorprender al lector.

La imaginación y la fantasía, "algo que no está muy extendido en la literatura española, donde el realismo tiene una aplastante presencia", añade Sorela, recorren las páginas de este libro, donde "una metáfora sobre un tigre -recalca- refleja más del viaje que una fotografía. Una buena metáfora puede ser más real que una verdad para documentar un hecho", concluye.

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