Este artículo se publicó hace 16 años.
Pekín expresa su preocupación por la decisión de la CPI contra el presidente Bachir
El gobierno chino expresó hoy su gran preocupación por la petición de la Corte Penal Internacional (CPI) de una orden de detención contra el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, por el genocidio en la región de Darfur.
"China expresa su grave preocupación y reticencias sobre los fiscales de la CPI", señaló el portavoz de turno del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Liu Jianchao, en una rueda de prensa.
"La CPI tendría que ayudar a salvaguardar la estabilidad de la situación de Sudán y lograr una solución adecuada para la región, y no lo contrario", señaló el portavoz chino, cuyo país, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, compra buena parte del petróleo del gobierno de Al Bachir.
Sudán rechazó ayer, lunes, la petición del fiscal jefe de la CPI, Luis Moreno Ocampo, debido a que, según el gobierno sudanés, este tribunal no tiene competencia legal en este caso debido a que el país africano no aceptó incorporarse a esa corte internacional.
En cuanto a la posibilidad de que China bloquee la acción legal a través de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad, el portavoz Liu señaló que está "consultando con otros miembros del Consejo y espera alcanzar un consenso con las partes implicadas".
La decisión de la CPI supone una disyuntiva para Pekín, dividido entre su necesidad de petróleo y salvar su imagen a menos de un mes de los Juegos Olímpicos, cuando su apoyo a Jartum ya le ha costado numerosas críticas y la negativa del cineasta Steven Spielberg de asesor en la ceremonia de inauguración del 8 de agosto.
El portavoz chino anunció el envío de 172 cascos azules a Darfur el miércoles, con lo que el total de efectivos de las fuerzas de paz desplazados a la región sudanesa alcanzará los 315, que podrían verse amenazados dependiendo de la actitud de Pekín.
China, que cuenta con grandes inversiones en el petróleo sudanés, rechazó también los informes de la cadena de televisión británica BBC, según los cuales, sus investigadores hallaron armamento chino en manos de las fuerzas árabes gubernamentales, lo que supone una violación del embargo de la ONU en el conflicto de Darfur.
El portavoz Liu señaló la relación de su país con Sudán de "relaciones amistosas normales de cooperación que benefician a ambos pueblos y la paz en la región de Darfur", al tiempo que aseguró que sigue de cerca el conflicto e intenta contribuir a su resolución.
"La política de China es correcta y vamos a continuar con ella", concluyó.
El fiscal Moreno Ocampo anunció ayer los cargos contra Al Bachir por orquestar un genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en Darfur.
El conflicto de Darfur, considerado uno de los mayores desastres humanos de la historia según la ONU, comenzó en 2003 cuando grupos armados de la minoría negra se rebelaron contra el Gobierno, de mayoría árabe, a causa de la pobreza que vive la región.
Jartum ha combatido a estos rebeldes con el apoyo de las milicias árabes "Yanyauid", acusadas de graves violaciones de derechos humanos.
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