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La película "Lourdes" muestra en Sevilla que "hasta el milagro es injusto"

EFE

La directora de la película "Lourdes", Jessica Hausner, aseguró hoy, tras la proyección de la cinta en la sección oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo, que "hasta el milagro es una injusticia, porque le toca a uno de un millón".

"Lourdes", protagonizada por la actriz francesa Sylvie Testud, cuenta la historia de una mujer joven que padece una esclerosis múltiple y que acude a Lourdes porque, pese a que un médico le ha advertido que la enfermedad tiene fases engañosas de aparente curación, cree en la recuperación milagrosa.

Con esta producción austríaca, francesa y alemana, Jessica Hausner ha pretendido hacer un largometraje "sobre la injusticia de la vida; sobre que puedes poseer la felicidad y de pronto se esfuma", y que en absoluto ha pretendido hacer "una película socio-pornográfica sobre los enfermos".

En conferencia de prensa, a la pregunta de si cree en los milagros, la directora austríaca aseguró que sí, pero no en su relación con el hecho milagroso, ni que se deban a un ser superior, sino sencillamente a hechos sin explicación lógica o racional.

Incluso a preguntas capciosas, cómo si se sentirá defraudada si el Vaticano no condena su película, la realizadora contestó que en absoluto se trata de eso y recordó que en Venecia, entre premios oficiales y extraoficiales (ganó el FIPRESCI de la crítica internacional), su filme fue galardonado por una asociación ecuménica, que reúne a protestantes y católicos, y por otra de ateos.

Además, afirmó que en el Vaticano, el obispo encargado de estos asuntos "ha dado la aprobación; si es que esa aprobación existe"; mientras que en Lourdes no tuvo ningún problema para rodar, salvo las estrictas horquillas de tiempo que le daban, impuestas por la masiva afluencia de fieles y peregrinos, además de enfermos.

"Si yo hubiera sido el cura responsable de Lourdes hubiera exigido leer el guión antes de que se rodara allí", confesó Hausner, quien mostró su extrañeza por que, una vez conseguido el permiso de rodaje, ninguna autoridad religiosa se interesara ni por el guión ni por lo que iban a rodar allí.

"He querido proyectar la ambigüedad del asunto; la película es crítica pero también reconoce que el milagro existe; y eso, la ambigüedad le pareció bien al obispo encargado de Lourdes, puesto que el milagro también es algo ambiguo para la Iglesia y para sus autoridades", explicó la realizadora.

Sobre Lourdes dijo que la situación "es enormemente triste" porque te encuentras con gente muy enferma, con pacientes terminales que, sin embargo, poseen un elevado nivel de esperanza, y aseguró que si eso fue lo que más le gustó de allí, también fue lo que más le disgustó, por el elemento humillante que encontró en "que personas que están al borde de la muerte sean seducidas con la esperanza del milagro".

"La primera vez que fui a Lourdes pensé que no haría la película porque me pareció horrible; pensé que yo no querría verme en la situación de esos enfermos, porque si me veía así lo que querría sería sobrevivir como ellos", añadió Hausner.

Sobre el argumento de su película explicó que "en la vida se experimentan sensaciones que si se analizan en detalle terminan desmoronándose; situaciones en las que de forma paradójica concluyen la idea del bien y el mal; y si la película enseña que el milagro existe, también demuestra que se desmorona al analizarlo en detalle".

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