Este artículo se publicó hace 14 años.
PERFIL-Un experimentado Bernanke gana otro periodo en la Fed
Ben Bernanke comenzó su gestión en la Reserva Federal prometiendo mansamente mantener el status quo. Terminó haciendo frente a la peor crisis desde la Gran Depresión y cambiando la política monetaria en formas que se sentirán durante décadas.
Tras afrontar la oposición más dura que cualquier nominado a la jefatura de la Reserva Federal haya visto en los 32 años en que el Senado ha votado sobre una candidatura, Bernanke recibió el jueves el apoyo de 70 senadores y el voto contrario de otros 30 para asegurarse un segundo periodo de cuatro años al frente de la Fed.
Bernanke asumió el cargo de presidencia de la Fed, a inicios de 2006, con la promesa de seguir los pasos de su antecesor Alan Greenspan y de dar más transparencia a una institución tradicionalmente hermética. Su primer periodo de cuatro años vence el 31 de enero.
Pero ante la devastadora crisis financiera, debió desplegar políticas audaces que nunca antes habían sido intentadas por los bancos centrales, en lo que resultó ser un esfuerzo exitoso para evitar el colapso de los mercados financieros.
Si bien antes de la crisis formó parte del consenso que defendía no regular demasiado a los mercados, su pensamiento creativo durante las turbulencias le permitió ganarse un respeto que hizo que la decisión del presidente Barack Obama de renominarlo para un segundo mandato no fuera una sorpresa.
"Dados los desafíos que aún afrontamos, necesitamos un presidente que tenga la experiencia y un buen juicio y liderazgo comprobados para llevar a la economía a una recuperación sostenida y luego hacer una salida suave de las políticas extraordinarias de la Fed", dijo el ex gobernador de la Fed Laurence Meyer.
Criticada por haber sido inicialmente demasiado lento en reconocer y reaccionar a la crisis, la Fed inició luego una agresiva campaña de recortes de tipos a mediados de 2007. Para finales de 2008, la tasa se encontraba cerca de cero por primera vez en la historia moderna del banco central, nivel en que permanece actualmente.
Además, Bernanke creó programas de crédito de emergencia para las firmas financieras para salvar a las instituciones que eran clave para la economía. Abrió líneas de swaps cambiarios con varios bancos centrales del mundo para que estas entidades pudieran tener un mejor acceso al dólar.
Bernanke mostró además su maestría en trucos de política monetaria al abrir una serie de programas de crédito y otros esquemas para dar apoyo a las pequeñas empresas, los consumidores y el mercado inmobiliario.
Pero la primera presidencia de Bernanke sería mejor definida por los rescates del banco de inversión Bear Stearns y de la aseguradora American International Group, por la decisión de dejar caer a Lehman Brothers y por su presión sobre el Congreso para conseguir que el Tesoro tuviera 700.000 millones de dólares para rescatar a los bancos.
Bernanke recibió un aluvión de críticas del Congreso y de otros sectores por estas medidas, mucha de las cuales se tomaron a la medianoche con apenas unos pocos asesores de confianza en situaciones caóticas.
Tan fuertes fueron algunas críticas que muchos creyeron que la decisión de repostular a Bernanke sería difícil para Obama en términos políticos.
"Bernanke estaba de fiesta mientras nuestros mercados se derretían", dijo el senador Richard Shelby, el republicano de mayor rango en la Comisión de Banca del Senado.
Pero llevando su promesa de transparencia más lejos de lo que cualquiera podía esperar, Bernanke se dirigió al público en formas inusuales para un banquero central, dando entrevistas televisivas, escribiendo columnas de opinión en diarios y aceptando preguntas de la prensa.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo que el Senado "hizo lo correcto" al confirmar a Ben Bernanke para un segundo período. "El presidente Bernanke seguirá jugando un papel vitalmente importante en guiar la economía de la nación".
La elección de un representante republicano al Senado por el estado de Massachusetts la semana pasada, un asiento que por largo tiempo correspondió a los demócratas, resaltó las molestias del público contra los multimillonarios rescates a las firmas de Wall Street, diseñados en parte por Bernanke.
Su mayor tarea en los próximos meses sería decidir cuándo y cómo retirar o "salir" de las medidas de emergencia que ayudó a implementar, de una manera que no afecte la frágil recuperación económica o alarme a los mercados financieros.
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