Periodistas occidentales hicieron de altavoz de la propaganda del régimen

El Gobierno sirio se ha esforzado sin descanso en reclutar a individuos occidentales que niegan que la revuelta siria sea de carácter democrático y sostienen que el régimen del presidente Bashar al Asad no está cometiendo abusos contra la oposición, tal como se ha reflejado en la prensa occidental desde marzo de 2011. Por el contrario, el conflicto sería la consecuencia de una "conspiración internacional" contra ese país.

Al menos en 167 de los e-mails del régimen sirio descubiertos por WikiLeaks -y a los que Público tuvo acceso en exclusiva para medios en español-  aparece el nombre de Kris Janssen, un conocido periodista y escritor belga que preside una asociación de amistad con Siria, que ejemplifica bien esta actitud. Janssen se ofreció repetidamente y de una manera voluntaria a las autoridades de Damasco para contrarrestar la "malévola campaña" que en su opinión llevan a cabo los medios de comunicación occidentales.

Altavoz del régimen por iniciativa propia

Janssen, a quien la agencia de noticias oficial siria SANA califica de "escritor honrado", sostiene que los disturbios contra el presidente Bashar al Asad han sido incitados por las potencias occidentales a causa de las conocidas posiciones de Damasco respecto a "la resistencia contra Israel, la solidaridad entre los árabes y el antiimperialismo".

Los móviles de la revuelta serían el apoyo que Damasco ha dado siempre a la causa palestina y la oposición a la invasión y ocupación de Irak en 2003, destacando que Siria ha sido el país que más refugiados iraquíes ha acogido en los últimos años, alrededor de un millón y medio, que en gran parte han huido de la situación que se ha creado en su país de origen con la presencia de las tropas americanas.

El periodista belga incluso habla abiertamente de una "conspiración occidental", unas palabras que el régimen de Damasco ha venido utilizando sistemáticamente durante los últimos meses para calificar la naturaleza de la revuelta y el apoyo que los rebeldes han recibido y están recibiendo de países como Arabia Saudí, Estados Unidos, Turquía y Europa Occidental.

Janssen incluso elaboró un informe sobre la revuelta que tuvo en su momento una gran circulación, que atribuía las protestas a la injerencia extranjera y decía que contaban con el apoyo de los grandes medios de comunicación, y especialmente los canales de televisión árabes, como Al Yazira o Al Arabiya, o incluso la BBC y la CNN.

Janssen elaboró varios informes sosteniendo la injerencia extranjera en Siria

Los e-mails revelan que Janssen no fue dirigido por las autoridades sirias sino que actuó por iniciativa propia desde el principio de la revuelta, a mediados de marzo de 2011, y se postuló a sí mismo como propagandista del régimen. Sin  embargo, el periodista belga fue denunciado en su país por otros elementos que lo acusaron de ponerse al servicio de un Estado opresor.

Janssen entró en contacto con distintas personalidades de Damasco y les ofreció escribir un informe con el fin de descubrir la connivencia de fuerzas extranjeras con los rebeldes. Al cabo de apenas unos meses de iniciadas las protestas ya tenía dispuesto su primer texto, que tuvo amplio eco en todos los medios sirios y en otros occidentales.

En el informe enviado a Damasco en diciembre de 2011, el periodista belga critica a quienes han puesto la "primavera" de Egipto como modelo de lo que está sucediendo en Siria, ya que en su opinión los dos países presentan "modelos ideológicos distintos", así como un "sustrato socio-político" diferente.

Janssen destaca que bajo el sistema sirio la población no sufre "la pobreza y la injusticia social" que padece el conjunto de la población egipcia. En Siria, "la riqueza se ha distribuido de una manera más equitativa", dice en el informe. En su campaña, Janssen también destaca que el sistema sanitario y el sistema educativo sirios "están muy desarrollados" si se los compara con los egipcios.