Los informes periciales de La Caixa, expuestos hoy ante el tribunal que juzga el caso Gescartera, determinan que las cuentas bancarias de la entidad financiera registraron un déficit de 10,52 millones de euros, sólo un 20 por ciento del agujero patrimonial total atribuido a la sociedad.

Así lo indicaron hoy fuentes jurídicas, tras la comparecencia del perito Francisco Pedro Vargas Revert, a petición de La Caixa, para quien el fiscal Vicente González-Mota pide la responsabilidad civil subsidiaria junto a Caja Madrid Bolsa, aunque sin cuantificarla.

Durante su intervención, a preguntas de Antonio González-Cuellar, abogado que defiende a la entidad financiera, el perito ratificó dos informes realizados por el economista José David Barroso, ya fallecido, en el que defiende las "prácticas bancarias" seguidas por La Caixa con Gescartera, que tenía aperturadas varias cuentas en su sucursal de Majadahonda (Madrid)

El segundo informe, según indicó el perito, antiguo inspector del Banco de España, dividió los diferentes flujos de dinero que motivaron las transferencias bancarias desde La Caixa hacia Caja Madrid Bolsa y otros intermediarios financieros, hacia sociedades y personas del grupo Gescartera, hacia los clientes y, por último, las que tuvieron un destino desconocido.

Así, de enero de 1998 hasta junio de 2001, fecha de la intervención de la agencia de valores, Caja Madrid Bolsa, para costear operaciones en bolsa, recibió 11.129 millones de pesetas y retiró 12.056 millones de pesetas, hasta llegar a un importe neto de 926,7 millones de pesetas retiradas de sus cuentas.

Otros intermediarios en bolsa, como Link Securities, Benito y Monjardín y Beta Capital recibieron 10.642 millones de pesetas y sacaron 10.089, con un saldo neto positivo para las cuentas corrientes de Gescartera en La Caixa de 552 millones de pesetas.

En total, hubo un saldo negativo de operaciones en bolsa por más de 374 millones de pesetas (2,24 millones de euros), al que hay que unir otro saldo negativo a favor de personas y sociedades del Grupo Gescartera por 2.431 millones de pesetas (14,6 millones de euros) y otros pagos desconocidos por 517 millones de pesetas (3,10 millones de euros), tras unos ingresos de 289 millones menos unas retiradas 806 millones de pesetas.

Frente a este saldo negativo de 3.322 millones de pesetas (19,96 millones de euros), se sitúa un saldo positivo de las aportaciones de clientes por más de 1.570 millones de pesetas (9,43 millones de euros), ya que metieron más de 19.449 millones de pesetas y sacaron 17.878 millones de pesetas.

Por tanto, según los cálculos del perito sobre los informes de más de 238.000 apuntes bancarios, las cuentas corrientes de Gescartera en La Caixa tuvieron un déficit patrimonial de 1.752 millones de pesetas (10,52 millones de euros), de los 50,02 millones de euros cuantificador por el escrito de acusación del fiscal.

En su análisis, el perito Vargas Revert echó de menos una contabilidad "consolidada" del grupo Gescartera, que tuviese en cuenta sociedades como la gestora de inversiones, sociedades tenedoras como Gescartera Holding 2000 y otras que eran prolongadoras de su actividad comercial (BC Fisconsulting), ya que movieron más de 8.500 millones de pesetas (51,08 millones de euros).

Tanto el subdirector de la sucursal bancaria de La Caixa en Majadahonda (Madrid), José Alfonso Castro Mayoral, como su antiguo director, Miguel Prats, están imputados en el juicio por este escándalo financiero al ser considerados como "cómplices" de la apropiación indebida por el fiscal, quien ha pedido tres años de prisión para ellos.

Los responsables de Gescartera utilizaron dos certificados extendidos por La Caixa: en noviembre de 1999, uno de haber recibido tres cheques por un importe de 3.949.590.428 pesetas, y, en diciembre de 1999, otro documento que acreditaba que, en cuenta de Gescartera denominada "Clientes Liquidación Internacional", había 3.929.212.638 pesetas de los clientes.