Este artículo se publicó hace 15 años.
Peter Jackson que estás en el cielo
El director del El señor de los anillos presenta The Lovely Bones, una película "muy personal" sobre la trascendencia
Puede ser una coincidencia, puede que sea algo casi sobrenatural: en menos de 24 horas, dos directores procedentes de extremos diferentes del globo hablan en Madrid sobre sus películas, que tienen en común un deseo de hacer cotidiana la muerte, de normalizarla frente al espectador, de quitarle la solemnidad propia del cine porque no todos los muertos son héroes.
La gente corriente también desaparece, dejando un agujero donde estaba. Si el lunes fue el turno del argentino Carlos Sorín y su silenciosa La ventana, ayer le tocó al neozelandés Peter Jackson, un director al que le va más el jaleo, y su The Lovely Bones. En ella, Jackson juega a imaginar el lugar donde va la gente cuando muere y que no tiene tanto que ver con El señor de los anillos como con Criaturas celestiales, aquella cinta mágica y trágica con la que Jackson salió del nicho de realizadores gore.
"No soy religioso, pero creo en que, cuando mueres, tu energía permanece"
Menos sangriento pues, más trascendental y con muchos menos kilos, Jackson pasó ayer por Madrid junto a la actriz Saoirse Ronan, de 15 años, que en la película encarna a Susie Salmon, una adolescente asesinada brutalmente, que queda atrapada entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Jackson "yo no me definiría como una persona religiosa" se defiende como agnóstico: "Ese mundo intermedio en el que habita Susie tiene más que ver con el subconsciente, es un mundo psicológico, una metáfora. No queríamos que fuese un lugar común para todos, sino que cada uno tuviera uno a su medida. Creo en valores religiosos como el bien, el mal y el respeto, pero no: rodar esta película no ha cambiado mis creencias religiosas. Aunque sí creo profundamente en que, cuando mueres, tu energía permanece".
Basada en la novela Desde mi cielo, de Alice Sebold, la película tampoco ha cambiado el gusto de Jackson por los efectos especiales, que considera "una herramienta más para el cineasta, como la música. Me permiten crear cosas que no puedo hacer habitualmente. Y una de las cosas por las que me gusta el cine es porque me permite escapar. Los efectos especiales ayudan a eso".
"Los efectos especiales son una herramienta más, como la música"
Ellos le han permitido que The Lovely Bones (que se estrena en España el 22 de enero) "sea como la novela", es decir, que bascule entre su lado fantástico, el emotivo, el dramón familiar, la investigación de un asesinato "y un mensaje positivo". "Fue lo más difícil: trasladar la historia al lenguaje del cine. Es un libro que depende de la experiencia vital de cada uno. En mi caso, me afectó mucho. Ha sido sin duda mi proyecto más personal", confesó ayer.
Pues ya que lo dice, ¿cómo se imagina su cielo? "Tengo un deseo simple: el más allá debe estar conectado con encontrarse con toda la gente que queremos y que se ha ido. La muerte implica algo tan doloroso como dejar de ver y hablar con alguien. Y esto, en ocasiones, me resulta insufrible".
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