El PIB británico cayó más de lo previsto en el tercer trimestre

La contracción que registró la economía de Reino Unido en el tercer trimestre, la primera desde principios de la década de 1990, fue mayor de lo que se creía, según confirmaron los datos conocidos el martes, lo que hizo temer que el país se dirija hacia una recesión profunda.

La Oficina de Estadísticas Nacionales dijo que el Producto Interior Bruto (PIB) bajó un 0,6 por ciento en los tres meses a septiembre, un dato revisado a la baja desde la estimación anterior, de una caída de un 0,5 por ciento.

Fue la mayor disminución desde 1990 y resultó peor que lo previsto por los analistas. Los datos trimestrales del segundo trimestre no se modificaron, reflejando que la economía se estancó en el período abril-junio.

En términos anuales, la economía creció un 0,3 por ciento en el tercer trimestre, sin modificaciones desde el cálculo anterior, lo que supone la cifra más baja desde 1992.

El dato "realmente pinta un cuadro excepcionalmente pesimista sobre la velocidad a la que la economía británica se ha hundido en la recesión", dijo Matthew Sharratt, economista de Bank of America.

"El declive que probablemente veamos en el cuarto trimestre y el primer trimestre (de 2009) será sustancialmente peor de lo que hemos visto en el tercer trimestre", agregó.

La libra esterlina caía mientras los inversores especulaban con que el Banco de Inglaterra debería recortar los tipos de interés mucho más para restablecer la actividad, tras los recortes de 3 puntos porcentuales aplicados desde octubre.

Los mercados también han estado especulando con que, como los tipos de interés ya están en el 2 por ciento, el Banco tendrá que recurrir a la larga a medidas extraordinarias, como impulsar la oferta monetaria.

Las autoridades coinciden en que el racionamiento del crédito empuja a Reino Unido a su primera recesión, definida como dos trimestres de crecimiento negativo, desde inicios de la década de 1990.

La oficina de estadística dijo que la revisión a la baja del tercer trimestre se debió a caídas mayores de lo estimado anteriormente en la producción manufacturera, junto con una actividad de servicios más floja.