Piden 17 meses de cárcel para el nudista francés que pasea por San Sebastián

El ciudadano francés que se pasea desnudo por San Sebastián se enfrenta a una pena de 17 meses de cárcel por un delito de desobediencia y otro de exhibicionismo ante menores, presuntamente cometidos cerca del Peine del Viento donostiarra en mayo de 2008.

Durante la vista oral del juicio, celebrada hoy en San Sebastián, el Ministerio Fiscal ha elevado la pena que inicialmente solicitaba para el acusado, de 10 meses de prisión por exhibicionismo, hasta los 17 meses, al sumar también el de desobediencia.

En el juicio han testificado los dos guardias municipales que detuvieron al acusado el 15 de mayo del año pasado en el Paseo de Eduardo Chillida.

Han explicado que recibieron un aviso de la central alertándoles de que en el citado paseo se encontraba un hombre desnudo, por lo que acudieron al lugar y encontraron al acusado tumbado en un pretil sin ningún tipo de ropa y con las "piernas abiertas".

Tras identificarle, le pidieron "varias veces" que se vistiera, requerimientos que el nudista desoyó mientras mantenía, en opinión de los agentes, "una actitud exhibicionista".

Al parecer el acusado no dejaba de sonreír, colocaba los "brazos en jarras", posaba para los transeúntes que le sacaban fotos y caminaba de un lado a otro "como si estuviera en una pasarela desfilando", de modo que los agentes interpretaron que el comportamiento del ciudadano francés infligía la ordenanza municipal de civismo que prohíbe los actos de exhibicionismo.

Han reconocido sin embargo que "no se tocaba los genitales" y que no tenía una "intencionalidad sexual" apreciable, pero sí el deseo de "ser mirado".

La madre de los dos menores de 13 y 16 años que se encontraban a unos 30 metros del ciudadano galo ha relatado por videoconferencia desde Madrid que cuando llegaron al lugar los policías municipales ya "lo habían detenido" y "se lo estaban llevando".

Ha agregado que el imputado no hizo en ningún momento ademán alguno de provocación sexual hacia los niños y que ella no se sintió ofendida ni intimidada por su actitud.

El imputado, quien se hace llamar Irwin, ha asegurado que no había menores en las inmediaciones cuando los agentes se le acercaron y ha señalado que les escuchó recibir por radio sugerencias para buscar niños que estuvieran cerca con el fin de pedir a sus padres que declarasen como testigos en un juicio y poder así abrir un proceso penal.

El fiscal ha reiterado su petición de diez meses de presidio para Irwin por la comisión de un delito de exhibicionismo ante menores y ha solicitado otros siete al entender que ha incurrido en una falta de desobediencia al negarse a acatar las órdenes de los agentes para que se vistiera.

La defensa ha pedido por su parte la absolución de los dos delitos imputados y ha esgrimido como argumento que "hay un vacío normativo" que este caso ha puesto de relieve, y ha subrayado que "lo que no está expresamente prohibido, está permitido".

En lo relativo a la desobediencia, la defensa considera que la orden de los agentes "carece de legitimidad" porque la ordenanza vulnera el derecho de libre circulación ya que no existe una ley expresa "que regule cómo debe ir vestida la gente".