Este artículo se publicó hace 15 años.
Los pilotos de F-1 se quejan por los precios de la licencia
Los pilotos de Fórmula Uno se enfrentaron este fin de semana al organismo que gestiona la competición por una disputa sobre el creciente coste de la superlicencia que necesitan para poder competir.
La Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA, en sus siglas en inglés), algunos de cuyos miembros son multimillonarios, dijo en un comunicado que la subida era injusta y acusó a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) de utilizarlos como una fuente de ingresos parar cubrir agujeros en los presupuestos de la FIA.
El enfrentamiento se remonta al año pasado, cuando la FIA incrementó la licencia desde 1.690 euros hasta 10.000, con un coste para cada punto de 2.000 euros en comparación con los 447 de la temporada 2007.
Se espera que las tarifas se incrementen más en 2009 debido a la inflación.
La GPDA dijo que el coste de la licencia de Hamilton (que no es miembro de la unión de pilotos) sería de 270.000 dólares (unos 208.900 euros) para esta temporada
La GPDA ha recomendado a los pilotos que esperen para firmar las licencias de este año a la espera de nuevas negociaciones y dijo que quería clarificar la situación después de que el presidente de la FIA, Max Mosley, desechara la queja como un "sinsentido".
"Los incrementos propuestos son totalmente injustos, tanto por cómo son introducidos como por el impacto individual en los pilotos", dijo la GPDA, añadiendo que los conductores se oponen unánimemente al coste extra.
SIN APOYOS
Mosley aclaró a los periodistas esta semana que pensaba que los pilotos tenían poco de lo que quejarse en un momento en el que el mundo está sufriendo su peor recesión en más de medio siglo.
"En la situación actual, alguien que está ganando varios millones al año y no quiere gastar un uno o dos por ciento de eso para conseguir la licencia para su negocio no conseguirá muchos apoyos", dijo.
Dijo que la FIA podría reconsiderar en el caso de alguna dificultad extraordinaria pero sugirió que los pilotos tendrían que mostrar primero sus ganancias brutas. La GPDA dijo que estas son irrelevantes.
"Las ganancias brutas (y netas) de los pilotos son confidenciales y sólo las conocen ellos, sus representantes y asesores financieros y las autoridades fiscales, y así debería ser respetado", dijo en un comunicado.
Añadió que los conductores no se oponían a una "subida razonable" y se han ofrecido a pagar las tasas de 2007 ajustadas con la inflación.
"Además, los pilotos se han ofrecido para explorar vías justas para ayudar a la FIA a conseguir cubrir el déficit de 1,7 millones de euros necesario para que la federación funcionase en 2008 y los 3 millones que serán necesarios en 2009", dijo en el comunicado.
"Los pilotos consideran que las tasas de la superlicencia no deberían ser una fuente de ingresos para la FIA", continuó. "La FIA debería conseguir suficientes fondos de la explotación de sus derechos comerciales."
"Como principio, los pilotos no deberían pagar impuestos para pagar los costes de otros, cargándoles a ellos con la obligación legal".
"El proceso de licencia para los pilotos es para asegurar que son competentes para participar al nivel necesario en Fórmula Uno".
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