Este artículo se publicó hace 16 años.
Las pinturas "Signos de Identidad" ensalzan los motivos del folclore popular de Salamanca
El pintor Carlos García Medina elabora una serie de óleos basados en vestigios de la historia popular salmantina, que intentan demostrar la importancia del pasado mediante técnicas vanguardistas.
Según ha explicado hoy a EFE este pintor salmantino afincado en Ciudad Rodrigo y uno de los más emblemáticos de Castilla y León, "esta serie que estoy pintando desde hace algunos meses pretende ensalzar el mundo pastoril y el folclore tradicional de Salamanca de zonas tan significativas como el Campo Charro, la Sierra de Francia o Las Arribes del Duero".
La colección, titulada "Signos de identidad", y que, "de momento no tiene un número definido de cuadros", ha levantado interés a nivel nacional e internacional entre los expertos del arte pictórico ya que Carlos García Medina ha recibido numerosos encargos pictóricos e invitaciones para exhibir parte de la serie tanto en ferias como en galerías.
García Medina utiliza colores fríos, sobre todo azules, y técnicas pictóricas mixtas, donde combina, por ejemplo, la técnica del 'colages' con la superposición de elementos destacados de un bordado charro.
Los típicos elementos distintivos de los bordados de la Sierra de Francia, donde aparecen motivos de leones, truchas, perros flores o toros se entremezclan con composiciones y figuras vanguardistas que ensalzan la plasticidad de los cuadros.
Hasta la fecha ha pintado alrededor de 60 cuadros de esta serie que, en una gran mayoría, "se han vendido ya que se trata de encargos de personas que están muy interesadas en el mundo rural".
Según el autor, "cada vez que pinto uno de estos cuadros siento un receso hacia lo ancestral y me convierto en pastor y etnógrafo, a la vez, ya que me apasiona todo lo relacionado con el arte pastoril y popular de Salamanca".
"Signos de identidad" es un homenaje al mundo rústico, "tan denostado actualmente", apunta Carlos García Medina.
"Quiero demostrar que lo vanguardista no está reñido con lo rústico", explica el pintor a la vez que reconoce que con esta serie pretende "poner en valor la cultura popular mediante signos modernistas".
El autor asegura que esta parte de su obra también es una crítica a "toda esa riqueza y patrimonio de los pueblos salmantinos que se ha dejado perder con el paso del tiempo" y por eso asegura que "cuando los pinto me convierto en pastor medieval y en artista del siglo XXI".
Carlos García Medina (Ciudad Rodrigo, 1958), licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, ha participado en más de 50 exposiciones tanto colectivas como individuales y su obra se encuentra repartida entre instituciones públicas y privadas, Ayuntamientos y colecciones privadas de España, Portugal y Francia.
Entre sus galardones figuran premios que ha obtenido de certámenes tanto de España como de Portugal, por su gran plasticidad a la hora de reflejar paisajes típicos de la tierra salmantina.
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