Los piratas que atacaron el "Patiño" se enfrentan hasta 1.122 años de cárcel

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a los seis presuntos piratas somalíes detenidos el pasado enero por atacar el buque de la Armada "Patiño" en aguas del Índico por 218 delitos de detención ilegal, entre otros, y que podrían enfrentarse a penas de hasta 1.122 años y medio de cárcel.

Así lo ha acordado el magistrado en un auto dictado hoy en el que además de esos 218 delitos -uno por cada uno de los tripulantes del buque- les imputa también un delito de piratería en grado de tentativa, otro de desobediencia a buque de guerra militar para prevenir la piratería, una falta de daños y pertenencia a organización criminal con la agravante de elevado número de componentes y tenencia de armas.

Las penas con las que estos delitos están castigados van de los 893 años y tres meses de prisión hasta los 1.122 años y medio de cárcel.

El pasado mes de enero Velasco ordenó su ingreso en prisión tras decretar su traslado a España al considerarse competente para investigar los hechos después de constatar que no podía aplicarse ningún convenio internacional en el marco de la misión Atalanta de la UE contra la piratería en el océano Índico.

De hecho, el juez pone de manifiesto en su auto la necesidad de que el legislador español formule "de manera más completa y acorde con la voluntad de la comunidad internacional la represión penal de la piratería".

Incluso, añade Velasco, ampliar la persecución penal española a graves delitos cometidos en aguas internacionales que no estén penados en el Convenio para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la navegación marítima, "cuanto menos si la víctima es algún ciudadano español".

Según el auto de procesamiento, los hechos ocurrieron sobre las 02.29 horas del pasado 12 de enero cuando un centinela del "Patiño" detectó la presencia de una embarcación con los seis piratas que había extendido "escalas móviles" para acceder al barco, que incrementó la velocidad.

En ese momento, desde el esquife lanzaron "unos 50 disparos de fusil AK" contra la "superestructura" del buque, que fueron "contestados por los soldados españoles".

Unos tres cuartos de hora más tarde, un helicóptero del buque salió en persecución del esquife, que durante la huida arrojó tres escalas, siete fusiles y dos bolsas de plástico.

Tras ordenársele por megafonía que se detuvieran y lanzar fuego de advertencia, finalmente el esquife se detuvo y los seis atacantes fueron embarcados a bordo del buque "Patiño", cinco de ellos heridos.

En el interior del esquife se encontraron dinero en efectivo, un punzón afilado, gasolina y dos teléfonos móviles, a través de los cuales se detectó que "pocos días antes de la acción" recibieron 19.000 dólares (22.149,68 euros) a través de una transferencia realizada, que "se supone que era para financiar el asalto".

Esa presunta financiación se corrobora, según el juez, con la infraestructura que tenían los detenidos con el esquife, las escalas, los fusiles y el resto de objetos que portaban.

Durante su declaración ante el juez, los detenidos negaron ser piratas y haber disparado contra el barco español y aseguraron que eran pescadores que salieron a la mar en busca de otro pesquero desaparecido pero que llevaban una semana perdidos y solo pedían ayuda cuando se aproximaron al buque.

Velasco rechaza esta versión y sostiene que su intención inicial "no era otra que la de asaltar y ejercer la piratería (...), con independencia de que el azar les llevara a hacerlo a un buque de abastecimiento militar".

Los procesados son Mohamed Said Mohamed, Mohamed Aden Mohamed e Issah Abdullah Issa, Mohamed Abdullah Hassan, Abdillahi Mohamed Gouled y Hammond Elf Haff Mahou, ingresado en el hospital.

"El hecho de que navegaran armados seis hombres en un esquife de eslora tan reducida con toda la infraestructura necesaria para saltar buques de gran tamaño, hace inferir que el grupo que fue detenido se dedicaba a la piratería como medio habitual de subsistencia", concluye el juez.