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En plata todo suena mejor

El grupo malagueño de hip hop pone fin a tres años de silencio con el álbum doble Libertad/Hambre

ESMERALDA MARTÍN

Los supervillanos han vuelto. Tres MC y un DJ callados durante tres años, que estos días escupen su nuevo trabajo: ni más ni menos que un álbum doble, Libertad/Hambre, construido a partir de 33 cortes. Una propuesta poco habitual, pero es que tres años de silencio parecen más que suficientes, ¿no? 'Mira, si aquí hubiera nivel suficiente de raperos y de industria para sacar un disco en un año y medio, seguramente sacaríamos discos cada seis meses de muy buena calidad', según afirman sus cuatro componentes

Miguel Ángel Soler (Sicario), Rafael Fernández (Capaz), Juan Peralta (Rayka) y Jesús Suárez (Narko) aseguran que se han tomado su tiempo, 'cansados de sacrificar canciones en los discos'. La idea era 'sacar un álbum doble pero corto, ni aburrido ni oportunista, donde entraran todos los cortes'. Se alejan de cualquier posible comparación con conceptos y grupos hispanos, y miran a América, la tierra que amamantó al rap, a la hora de definirse.

Ni utopia ni oportunismo

Libertad/Hambre ha contado además con un quinto elemento: Big Hozone, firmante del grueso de la producción y gracias al cual, el álbum tiene una densidad, unas atmósferas y unas aristas muy bien pulidas. Un envoltorio perfecto para la rudeza de estos chicos del sur, jinetes acostumbrados a cabalgar por los caminos del misticismo apocalíptico, la violencia y el terror.

De hecho, Hablando en Plata ha dotado a este Libertad/Hambre de un concepto de fondo muy en la línea de sus desarrollos argumentales: 'Hablamos del hambre de libertad que tiene el ser humano. Nosotros siempre hemos transmitido destrucción, pero siempre para construir algo mejor. La utopía no existe: tenemos que cambiar el mundo ya, y si te lo estamos diciendo nosotros, los demonios de hace 10 años, será por algo'.

También hay cambios a nivel discurso: 'Hay elementos como el amor, la carga social o la protesta, que en otros discos no hemos explotado por no ser oportunistas, y que en este disco están presentes'. Esto... ¿oportunistas? 'Sí: nosotros no hemos sido oportunistas con las desgracias del mundo porque no las vivíamos. Con 20 años veíamos en la tele a niños muriéndose o a hombres pegando a mujeres y nos importaba poco, pero hoy no. Hablando en Plata sigue siendo terror, violencia, odio, metafísica... pero con ese elemento de humanidad añadido'.

Hablando en Plata llegan, pues, a la madurez contundentes y orgullosos, convencidos de que los fans, 'los que nos dan de comer', van a disfrutar de este producto 100% sureño. Y lo hacen en un momento en el que el hip hop parece, por fin, haberse desprendido de los pañales. Aún así, se muestran optimistas, pero no triunfantes: 'Esta situación es un espejismo. Al rap de aquí todavía le queda un montón por andar. Van a hacer falta otros 10 años para poder ver cómo está funcionando la industria del rap en nuestro país'.

Su mayor crítica se dirige a las nuevas generaciones, que se olvidan de bucear en los orígenes del rap: 'Esto es como el médico que se olvida de quién es Hipócrates, ¡es ilógico! Nosotros, por muy posicionados que estemos hoy, tendremos que pasar el testigo a nuevos raperos y estos deben tener una preparación para hacer bien su trabajo'.

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