Este artículo se publicó hace 16 años.
La Policía desvela un plan de grupos afines a Al Qaeda para matar a la presidenta filipina
La Policía filipina ha abortado un plan de grupos radicales islámicos vinculados a la red terrorista Al Qaeda que pretendían asesinar a la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, confirmaron hoy fuentes oficiales.
El general Romeo Prestoza, jefe del equipo de seguridad de la jefa del Estado, aseguró hoy que por esa razón se canceló el próximo viaje de Arroyo fuera de la capital.
Según el director del cuerpo, general Avelino Razón, Arroyo "era uno de los objetivos" junto a otras personalidades y embajadas, pero declinó dar más detalles de la trama.
La Policía explicó que fue la semana pasada cuando se descubrió la conspiración urdida por miembros de la organización extremista local Abu Sayyaf, asistidos por la Yemaa Islamiya, con sede en Indonesia y considerado el brazo de Al Qaeda en la región.
Fuentes de un servicio de inteligencia europeo presente en Manila dijeron a Efe que no se tenían indicios de esa presunta amenaza.
A Abu Sayyaf se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en el país, mientras la Yemaa Islamiya estuvo detrás de los ataques de Bali en 2002, que dejaron 202 muertos, entre otros.
Los dos grupos extremistas sueñan con establecer un Estado islámico en Indonesia, Malasia, Singapur y el sur de Filipinas y Tailandia.
Razón negó que el anuncio del abortado plan para asesinar a la presidenta tenga la intención de desviar la atención de los actos de protesta convocados mañana para exigir su renuncia, ante los cuales las fuerzas de seguridad han sido puestas desde hoy en estado de máxima alerta.
Unos 80 grupos o asociaciones opositoras integradas en el llamado Movimiento de Ciudadanos Comprometidos tienen previsto celebrar mañana varias manifestaciones en la capital, a las que se asistirán, según los militares, rebeldes infiltrados del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP).
Los organizadores sostienen que los militares pretenden desanimar a los ciudadanos a participar en las marchas que se celebren en Makati, el distrito financiero de Metro Manila, pese a que el NEP, brazo armado del Partido Comunista de Filipinas, anunciara una ola de atentados para contribuir a derribar a la mandataria.
Arroyo y su entorno están implicados en estos momentos en varios escándalos de corrupción, particularmente el relacionado con el fallido acuerdo del Gobierno para instalar una red de Internet de banda ancha en el país con la compañía estatal china ZTE.
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