Este artículo se publicó hace 17 años.
La policía georgiana disuelve con carros lanza-agua y gas lacrimógeno un mitin opositor
La policía antidisturbios empleó hoy carros lanza-agua y gas lacrimógeno para disolver por segunda vez un mitin opositor frente a la sede del Parlamento de Georgia que exigía la dimisión del presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili.
La acción de las fuerzas policiales especiales se produjo después de que los opositores, que ya a primera hora de la mañana habían sido desalojados de la plaza Central, situada frente al Parlamento, regresaran al lugar donde se manifestaban de manera ininterrumpida desde el viernes pasado.
Pertrechados con escudos y porras, los efectivos antidisturbios cargaron contra los manifestantes pasado el mediodía, después de varios incidentes entre agentes y opositores que obstaculizaban el tráfico en la avenida Rustaveli, la más importante de la capital georgiana.
A primera hora de la mañana, en la primera operación policial, fue detenido Gueorgui Jaindrava, ex ministro de Estado para arreglo de conflictos y uno de los principales líderes de la oposición, que convocó a un nuevo mitin frente al Parlamento para las 14.00 hora local (10.00 GMT) de hoy, que no llegó a celebrarse.
"El gobierno ha mostrado su verdadera cara. En este país hay una dictadura", declaró el diputado David Berdzenishvili al comentar la reacción de las autoridades al mitin opositor.
Numerosos manifestantes se dirigieron a la plaza Rike, situada en el casco viejo de la capital, para continuar la protesta.
Los sucesos en el corazón de la capital georgiana fueron transmitidos en directo casi en su totalidad por la cadena de televisión Imedi, controlada por la oposición, pero gran parte de los habitantes de Tiflis no pudieron encender sus receptores por un corte en el suministro de energía.
Según el ministro de Sanidad, David Tkeshelashvili, cerca de 250 personas solicitaron atención medica después de la disolución del mitin por las fuerzas antidisturbios.
"No hay heridos graves, se trata fundamentalmente de personas con contusiones y con las vías respiratorias y mucosas resentidas por el gas lacrimógeno", dijo Tkeshelashvli.
El primer ministro de Georgia, Zurab Nogaideli, justificó el empleo de la fuerza pública contra los manifestantes.
"Para disolver la manifestación se utilizaron todos los medios permitidos, incluido gas lacrimógeno. Había que despejar la avenida Rustaveli y así se hizo", dijo el jefe de Gobierno en declaraciones a la prensa.
Nogaideli anunció que próximamente la presidenta del Parlamento, Ninó Burdzhanadze, se entrevistará con los dirigentes de la oposición, que consiguió reunir el viernes de la semana pasada decenas de miles de personas en las calles de Tiflis.
"Cuando se reanude el tráfico por la avenida Rustaveli y cuando las fuerzas antidisturbios regresen a sus cuarteles volveremos al diálogo con la oposición, que es la única salida", dijo Burzhanadze a un grupo de periodistas en la sede del Legislativo.
Según la cadena de televisión Imedi, la noticia de la disolución de la manifestación opositora en Tiflis provocó mítines espontáneos contra la actuación de las autoridades en varias localidades del país.
En particular, en la ciudad de Batumi, a unos 400 kilómetros al oeste de la capital georgiana, centenares de personas se congregaron en su plaza central para exigir la dimisión de Saakashvili.
Inicialmente las demandas de la oposición eran tres: celebración de elecciones parlamentarias en el segundo trimestre de 2008, formación de la Comisión Electoral Central sobre bases paritarias y la puesta en libertad de todos los presos políticos.
Sin embargo, después de que Saakashvili rechazara de manera tajante esas demandas, la oposición redujo sus exigencias a una sola: la dimisión del jefe del Estado.
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