Este artículo se publicó hace 14 años.
La Policía de Mallorca prosigue la búsqueda del presunto asesino de una joven rumana
La Guardia Civil, la Policía Nacional y las policías locales de Mallorca continúan un día más con el amplio operativo montado para tratar de localizar a Alejandro de Abarca en relación a la muerte de la joven rumana Ana Nicolau, después de que el lunes este hombre no regresara al centro de reinserción social donde cumplía pena.
Fuentes del Instituto Armado han comentado a Efe que el amplio despliegue de agentes seguirá hasta que se encuentre a este preso de 32 años.
El cadáver de Ana Nicolau, que tenía 25 años, apareció carbonizado y maniatado en el maletero del coche de su novio, un Audi A-4, el pasado lunes por la noche en la zona de S'Albufera de Mallorca, en el norte de la isla.
Tras "peinar" los agentes en los últimos días el norte de Mallorca, varios testigos identificaron a Abarca e incluso los dependientes de una gasolinera aseguraron que el sospechoso compró un bidón de 5 litros de gasolina horas antes de apareciera quemado el Audi A4 en un paraje solitario de S'Albufera.
La autopsia realizada al cadáver de la joven rumana, encontrado en el maletero del coche calcinado, concluye que murió antes de que ardiera el vehículo.
El juzgado de instrucción número 4 de Palma lleva las diligencias de este caso después de que el mismo lunes su novio denunciara su desaparición porque la joven no llegó a primera hora de la mañana a su trabajo, una cafetería del centro de Palma de la que era copropietaria.
La joven conducía el automóvil de su novio porque el suyo se estaba reparando en un garaje. Ambos convivían desde hace unos años en una urbanización del municipio de Llucmajor.
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