Este artículo se publicó hace 17 años.
La política de un único hijo amenaza la cantera del deporte chino
China, una de las principales potencias deportivas del mundo, está viendo cómo se seca su cantera de jóvenes talentos debido a la negativa de los padres a ver cómo su único hijo se somete a interminables jornadas de duro entrenamiento sacrificando un potencial futuro mejor.
Según el diario "South China Morning Post", Zhao Gaocai, catedrático del Instituto de Deportes de Wuhan, está instando a las autoridades chinas para que apliquen nuevas políticas que acaben con una tendencia que podría suponer un riesgo para el futuro del deporte chino.
Pero es que además, los "pequeños emperadores", como se conoce en China a los hijos únicos fruto de la política gubernamental para controlar el crecimiento demográfico, pertenecen a la primera generación nacida en la opulencia, con lo que eso puede llegar a significar.
"Hasta ahora alrededor de un diez por ciento de nuestros niños nacidos en las décadas de 1980 y 1990 son demasiado gordos y el porcentaje está aumentando", dijo a la agencia Xinhua Zhao en Wuhan, donde se están celebrando los Juegos de las Ciudades.
"Esta situación ha tenido un gran impacto en nuestro actual sistema de selección de talentos", añadió.
China está absorbiendo a gran velocidad características propias de las sociedades occidentales desarrolladas, para lo bueno y para lo malo, y entre esto último se encuentra el gusto de los más jóvenes por la comida rápida o las interminables horas frente a la videoconsola, difícilmente compatibles con el deporte de elite.
Tampoco ayudan los padres, ni siquiera los que se han dedicado o se dedican al deporte profesional, porque no quieren para sus hijos el sacrificio que el deporte de elite les ha exigido a ellos; más cuando en China se reclutan a los futuros talentos antes de que cumplan los seis años.
China implantó en la década de 1950, con Mao Zedong, el llamado "Cultivo y Establecimiento de Reservas de Talentos Atléticos", a través del cual se buscan en todo el país niños potencialmente dotados a los que se saca de los jardines de infancia para llevarlos a escuelas de alto rendimiento.
"Ganar gloria para el país" es el resultado del triunfo final en las competiciones internacionales y el sistema cuenta con sus mecanismos para conseguir que todo el país apoye a los jóvenes con talento.
Sin embargo, según Zhao, actualmente los jóvenes carecen de la voluntad de anteriores generaciones y "son demasiado egocéntricos y delicados. Para ser un atleta de éxito, se debe tener una mentalidad madura cuando se es joven".
Sin embargo, Lu Jiehua, catedrático de Estudios Demográficos de la Universidad de Pekín considera que el principal problema no reside en la política de un único hijo, sino en el sistema de Reservas de Talentos Atléticos.
"Con ese sistema, casi todos los atletas retirados sólo pueden dedicarse a ser entrenadores a causa de su carencia de habilidades", señaló Lu en clara referencia a que en los centros de alto rendimiento se privilegia el entrenamiento físico ante el mental.
"Los deportistas occidentales pueden convertirse en académicos después de su retirada pero en nuestro país a todos los reclutados por el la Reserva de Talentos se les priva de oportunidades en la escuela primaria y secundaria", dijo Lu.
Cerca del 80 por ciento de los 300.000 atletas chinos retirados han sufrido desempleo, lesiones y pobreza, y algunos de ellos se han visto incluso obligados a vender las medallas conseguidas en sus carreras deportivas para poder sobrevivir.
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