Este artículo se publicó hace 13 años.
Políticos libaneses discrepan sobre la necesidad de condenar la represión siria
Las fuerzas políticas libanesas discrepan sobre la abstención de su país en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU, que ayer condenó al régimen sirio por la violenta represión contra la población civil.
"No apoyaremos ninguna resolución contra Siria", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Adnan Mansur, en una declaración publicada hoy por el periódico "Al Liwa".
El Líbano fue el único de los quince países que participaron en las negociaciones que se abstuvo de votar el texto de condena, aunque eso no impidió su aprobación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Ayer, la representante del Líbano en el Consejo de Seguridad de la ONU, Carolina Ziade, afirmó que la resolución "no ayudará a solucionar la coyuntura actual en Siria".
"Todo lo que afecta al Líbano afecta a Siria y viceversa", declaró Ziade, según recogieron medios de prensa local.
Por su parte, el ministro de Justicia, Chakib Cortbawi, afirmó a la emisora "La Voz del Líbano" que su país "no se inmiscuye en los asuntos de Siria y tiene interés en mantener las mejores relaciones con ese país".
Sin embargo, dentro de la oposición antisiria en el Líbano la sensación era la opuesta, como manifestó el diputado Mohamad Hajjar, de la corriente Futuro, del exprimer ministro Saad Hariri.
Hajjar afirmó que "la oposición expresa su pesar por la postura libanesa que ha desafiado las esperanzas y aspiraciones del pueblo sirio" y condenó el silencio árabe frente a lo que sucede en Siria, en declaraciones recogidas por la Agencia Nacional de Noticias (ANN).
Por su parte, el parlamentario Elie Maruni, del partido opositor Kataeb, mostró su sorpresa por que el Líbano no haya condenado a Siria, cuando es "necesario que apoye a los pueblos árabes".
"El gobierno libanés decide y actúa como un gabinete monocromático, sin tomar en consideración la opinión de los libaneses que apoyan al pueblo sirio que reclama su libertad", añadió Maruni.
Previamente, la ONU ya había alertado sobre el gran impacto que puede tener la situación de Siria en la estabilidad de Líbano, pues se teme que las protestas crucen la frontera y puedan desembocar en enfrentamientos de carácter religioso.
Siria mantuvo una importante presencia militar durante tres décadas dentro del Líbano hasta 2005, cuando, a raíz de las protestas populares por el asesinato del entonces primer ministro Rafic Hariri, retiró sus tropas del país de los cedros.
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